Los cañones hallados en Puente Zuazo están a la intemperie

Fueron uno de los grandes hallazgos de las obras del tranvía al sacar un total de 17 cañones y dos bolas correspondientes al entramado defensivo relacionado con la Batería del Caballero Zuazo, aledaña al puente, donde se construyeron diversas defensas a finales del siglo XVIII, que adquirieron protagonismo en 1810 con la llegada de los ejércitos napoleónicos. Las piezas de artillería fueron encontradas el 7 de septiembre de 2009 y presentaban un avanzado proceso de corrosión debido al tiempo que pasaron bajo el agua. Motivo por el que se decidió recuperar para que pudieran ser expuestos.

La restauración consistió en la aplicación de una serie de tratamientos que comenzaron con la limpieza mecánica de las piezas. A continuación y durante 14 meses se efectuó un tratamiento electrolítico para obtener la estabilización y consolidación del metal. Al tratarse de piezas de hierro de procedencia subacuática estos tratamientos estuvieron especialmente controlados de forma continuada, garantizando su conservación. Por último se le dio una aplicación de una protección específica para metales.

En septiembre de 2011, y tras una disputa con la Delegación provincial de Cultura para determinar cuál era el mejor sitio para exhibirse ya que en un primer momento se pensó en Cádiz, los cañones llegan al castillo de San Romualdo a la espera de ubicación transitoria a la espera de ver cómo se podían integrar con la recuperación del Puente Zuazo y el Real Carenero.

Sin embargo la polémica surgió cuando se detectó que los cañones estaban en el patio del recinto cubiertos por una lona. Tras las críticas por las condiciones de su conservación se decidió su traslado al Parque de la Historia y el Mar.

Ahora resulta que de nuevo se encuentran a la intemperie en el aparcamiento de esta instalación aunque esta vez bajo el techo de uno de los aparcamientos. Unos cañones con gran valor patrimonial que siguen sin ser disfrutado por los ciudadanos.