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Economia

La reforma eléctrica y el próximo fin del contrato relevo ensombrecen el futuro

El coste energético ha aumentado 10 euros por vehículo, lo que, según Anfac, reduce la competitiviad de las fábricas españolas

J. MURCIA
MADRID.Actualizado:

El momento dulce que vive la automoción española no deja sin embargo lugar a la autocomplaciencia. La globalización ha hecho de éste y de otros muchos sectores de la economía una auténtica arena de gladiadores en la que la supervivencia pasa por batirse el cobre día a día. Las propias marcas espolean la competitividad de sus plantas de producción: aquellas que consigan un plan industrial capaz de presentar los menores costes laborales sin que la calidad se vea mermada, se llevarán la fabricación del nuevo modelo de turno.

España, gracias a la experiencia acumulada en décadas de tradición automovilística -aunque sea a través de firmas extranjeras-, la cualificación de sus trabajadores y la flexibilidad productiva que ofrecen sus factorías, ha conseguido evitar la amenaza de la deslocalización, tan presente en la década de los 90. «El presente es bueno, muy bueno. El problema ese que en el futuro, para seguir adjudicándonos modelos, habrá que inventar nuevas herramientas distintas a la bajada de salarios», advierte Joaquín Ferreira, responsable de automoción de MCA-UGT.

Rejuvenecimiento

La generalización de los contratos relevo en el sector ha permitido el rejuvenecimiento de unas plantillas «sometidas a un gran desgaste físico por el tipo de trabajo en cadena, que es tremendamente repetitivo», recuerda Ferreira. Los trabajadores de reemplazo que entran en las fábricas con esta modalidad de contrato lo hacen en unas condiciones salariales mucho peores que las de los veteranos, si bien a los pocos años terminan convirtiéndose en indefinidos.

Por eso, la próxima eliminación de esta figura laboral (prevista para 2018) añade incertidumbre al futuro de las factorías españolas, que han de lidiar con otros problemas mucho más actuales: por ejemplo, el de los sobrecostes derivados de la reforma eléctrica. Según estimaciones de Anfac, la factura energética representa un 3% en la fabricación de vehículos. La patronal calcula que el incremento en el precio de la electricidad ha elevado 10 euros los costes de producción de los automóviles en España.

Una cifra que a simple vista puede parecer insignificante, pero que a ojos de los productores no lo es tanto. Porque, recuerdan, algunas de las factorías españolas han conseguido adjudicarse la fabricación de un modelo por una diferencia de sólo 100 euros respecto a otras plantas extranjeras.