Economia

Los fondos se refuerzan para gestionar mejor el ahorro

El escenario actual obliga a buscar alternativas a la tradicional inversión en depósitos y vivienda

MADRID. Actualizado: Guardar
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Ni los pisos serán el gran activo financiero con el que cuenten los ciudadanos para encarar su futuro, ni las cuentas a plazo seguirán siendo el producto preferido para canalizar la mayor parte de los ahorros. El futuro del patrimonio de los españoles pasará, de forma directa o indirecta, por los fondos de inversión. Lo mismo que ya está ocurriendo en otros países desarrollados, como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, los tres modelos financieros que se comparan con España en el estudio 'España: una nueva hoja de ruta para el ahorro', elaborado por el Observatorio IEB-INVERSIÓN, con la colaboración de JP Morgan, BBVA AM, Mirabaud, M&G y Schroders. Miguel Ángel Bernal, responsable del Departamento de Investigación del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), considera que «nada va a ser igual», e insta a «iniciar un cambio de tendencia para tender hacia una equiparación con los países de nuestro entorno».

La crisis ofrece un nuevo panorama en el ámbito del ahorro, al poner sobre la mesa una realidad completamente diferente a la que se vivía hasta hace pocos años. «El ahorrador se ve ahora obligado a tener en cuenta otros productos más óptimos para el largo plazo y con los que asumir un perfil menos conservador que permita rentabilidades interesantes», señala el estudio. Aquí, los fondos de inversión tienen mucho que decir. Para Sergio Miguez, director del programa directivo de Inversiones Alternativas del IEB, «los fondos aparecen como la figura básica en la inversión final de un gran número de activos», como pueden ser los planes de pensiones y otros productos de ahorro a largo plazo.

Para Gonzalo Meseguer, director comercial de BBVA AM, son un vehículo «all weather». Un producto que se puede adaptar tanto a las necesidades de ahorro a largo plazo como a una inversión a dos o tres años. Pero aún existe cierta desconfianza por parte de los clientes de las entidades, generadas a cierto modo por el desconocimiento del producto. Este cambio de actitud solo puede darse «con mucha educación», señala Meseguer.

Nueva mentalidad

Si bien esta nueva conciencia se debe recalcar desde ya, para Meseguer «esta intensidad debería ser mayor en los jóvenes, porque el ahorro a futuro lo van a necesitar». Carla Bergareche, directora general de Schroders, asegura que el estar cerca de la edad de jubilación dificulta compensar lo que da de menos la pensión, pero los jóvenes deben entender que esa mentalidad se tiene que dar «desde el momento en que se incorporan al mercado laboral».

En este giro de tendencia, los expertos coinciden en apuntar a la falta de conciencia financiera como uno de los obstáculos a superar. Tanto en los ciudadanos como en los propios asesores. «Es crucial no solo que se sepa quién puede acceder a un tipo de producto o no, pero que el ahorrador también entienda por qué no le conviene», explica Raimundo Martín, director general de Mirabaud AM en Iberia y Latam.

En el estudio se señala que «en lugar de preocuparse por los movimientos a corto plazo en los mercados, el inversor español debería centrarse en la consecución de sus propios objetivos» personales. En este sentido, Martín explica que «lo primero que hay que tener en cuenta es la conciencia de que tenemos que ahorrar a largo plazo», porque la pirámide poblacional actual hace ya imposible un sistema de pensiones públicas sostenible. Una transformación de la postura del ahorrador en el que se hable «más de plazos de inversión que de riesgo».

Esta necesidad de transformación en la que hace hincapié Martín ya se está comenzando a apreciar, afirma Meseguer. La crisis ha vuelto al ahorrador español «más conservador de lo que ya era», una figura que ahora prima más la seguridad frente a la rentabilidad. Pero dada la situación actual, con los tipos de interés al cero, la rentabilidad es casi nula. Y no parece que la situación vaya a cambiar en un futuro próximo: «Todo indica que los tipos de interés al 0% han venido para quedarse».

Intereses a la baja

Desde el Observatorio IEB-INVERSIÓN anticipan la pérdida de protagonismo que tendrán los dos productos claves en el patrimonio de los españoles: los depósitos y la vivienda. Bernal recuerda que «el 50% de los ahorros que no están en inmuebles se encuentran en depósitos». Pero el estudio señala que, como ocurre en otros países desarrollados, «su presencia en una cartera debería responder más a la cobertura de necesidades de liquidez de emergencia y no como un producto que capitalice las decisiones de inversión». Bernal señala que «se recuperarán los tipos de interés, sí, pero el problema es saber cuándo», al tiempo que pronostica una etapa de entre tres y cuatro años más con tipos muy bajos.

En el caso de la vivienda, el profesor del IEB explica que «se está rompiendo la preferencia por la adquisición de una vivienda en propiedad y se opta por las rentas». De hecho, el propio estudio alerta de una realidad cada vez más plausible: dentro de 15 o 20 años, nos podemos encontrar con personas que se hayan jubilado y sigan pagando sus hipotecas.