ESPAÑA

Mas descarta celebrar una consulta sin amparo legal el 9 de noviembre

El presidente de la Generalitat amaga con provocar el adelanto electoral

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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El presidente de la Generalitat, Artur Mas, dejó caer ayer en una entrevista en The New York Times que renunciará a la consulta del 9-N si la convocatoria es declarada ilegal. Su intención es que los catalanes voten dentro de un mes, según señaló en el rotativo norteamericano, y que buscará «todas las vías posibles» para que la consulta pueda celebrarse de manera legal. Pero en cambio, aclaró que no está por la labor de que el referéndum se celebre sí o sí y que si no tiene un marco legal no llevará a España a una crisis constitucional manteniendo una cita ilegal. De momento, la consulta está suspendida de manera cautelar por el Constitucional, pero no anulada, pues el tribunal aún no ha dictado sentencia y no se espera que lo haga antes de un mes.

Mas insistió en que su «único plan es votar el 9-N», aunque aprovechó la entrevista para lanzar un mensaje a sus socios de Esquerra y la CUP, que insisten en que la consulta debe seguir adelante pase lo que pase, aún teniendo que asumir responsabilidades penales. Unió, en cambio, recela de todo lo que suene a saltarse la ley. Los democristianos tienen en sus manos las dos consejerías clave de la votación, Gobernación e Interior, y no están por la labor.

De hecho, la vicepresidenta Joana Ortega, titular de Gobernación y responsable de la logística de la votación, manifiesta en una carta remitida a los secretarios e interventores municipales y dada a conocer ayer que está llevando a cabo «iniciativas legalmente oportunas para hacer viable que el 9 de noviembre se pueda realizar la consulta inicialmente convocada» y aclara que las actuaciones «deben adecuarse en todo momento a la legalidad aplicable». En esta línea está Iniciativa, que ve que el 9-N tiene cada vez menos garantías democráticas, según Joan Herrera.

Ante la imposibilidad de celebrar la consulta prevista, la Generalitat estaría estudiando un plan B de votación organizada por los ayuntamientos y ANC y Ómnium Cultural, que podría tomar como base el artículo 43 de la ley de consultas, que no está suspendido, y que permite promover «procesos de participación ciudadana» por parte de la Generalitat y los ayuntamientos «en el ámbito de sus competencias».

Cumbre en secreto

En este contexto, y con la espada de Damocles del 15 de octubre como fecha tope fijada por Francesc Homs para decidir si la consulta se celebra, Mas y los líderes soberanistas se reunieron ayer por la tarde para seguir poniendo a prueba la unidad del frente proconsulta y para tratar de acordar nuevas estrategias en los preparativos del 9-N, algunos de los cuales, de vital importancia como el censo o los colegios electorales, que tendrían que estar listos este fin de semana.

Después de tres horas y media de reunión, los asistentes a la cumbre salieron a la carrera, con caras largas, cada uno por una puerta distinta y ofreciendo una imagen que denotaba que la unidad pende de un hilo, si no se ha roto ya. En esta ocasión, a diferencia del viernes, no hubo ni fotografía conjunta, ni rueda de prensa. Las únicas palabras las pronunciaron el consejero de la Presidencia, Francesc Homs, y el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, que señalaron que «seguirán trabajando» en la preparación de la consulta. Homs añadió que «cuando haya algo que comunicar, ya lo haremos».

El primero en abandonar el Palau Robert fue el diputado de CUP, Quim Arrufat, con cara de pocos amigos. Por el lado opuesto del recinto salió el líder de Iniciativa, Joan Herrera, fue el único que se atrevió a decir que la «unidad se mantiene». El último que salió fue el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que pidió «tranquilidad». «Pretendía que fuera una reunión discreta y no nos habéis dejado».

El otro mensaje que envió Mas a través del rotativo neoyorquino es que sigue sin descartar convocar unas elecciones plebiscitarias como alternativa última a la consulta. «Esta opción está en un cajón que de momento está cerrado», apuntó. «Este cajón -añadió- solo se abrirá si hay consenso entre las fuerzas proconsulta, y por ahora este consenso no existe».