Exóticos y clásicos para un Nobel abierto
Ngugi wa Thiong'o y Nuruddin Farah están en las quinielas junto a Kundera, Murakami, Roht, Oz, Kadaré o Adonis
Actualizado:No hay un claro favorito para el premio Nobel de Literatura que se falla hoy. La incógnita se despejará a la una en Estocolmo, aunque ni las casas de apuestas tiene un candidato nítido para la 107 edición. En las quinielas conviven autores clásicos y exóticos. El japonés Haruki Murakami, el poeta sirio Adonis, el narrador franco-checo Milan Kundera, los estadounidenses Philip Roth, Don de Lillo y Bob Dylan, el austríaco Peter Handke, el albanés Isamil Kadaré o el indobritánico Salman Ruhsdie entre los de siempre. Frente a ellos, nombres menos conocidos como el keniano Ngugi wa Thiong'o el somalí Nuruddin Farah. Entre las autoras, la bielorrusa Svetlana Alexiévich, la argelina Assia Djebar, la egipcia Nawal El Saadawi y las norteamericanas Joyce Carol Oates y Margaret Atwood.
Cualquiera podría embolsarse los ocho millones de coronas suecas -casi un millón de euros- con los que está dotado el prestigioso galardón que el rey Carlos Gustavo de Suecia entregará el 10 de diciembre. Pero no son los únicos. Las cábalas que calibran las posibilidades de los aspirantes toman en cuenta muchas variables, de la frecuencia de los idiomas premiados -con el inglés en cabeza con 27 veces, seguido del francés (14), alemán (12), español (11) y sueco (7)- al reparto por continentes, el género en el que destaque el escritor o su sexo.
Claes Wahlin, crítico literario del diario sueco Aftonbladet, apunta que raramente la Academia premia al mismo idioma dos años consecutivos, lo que dejaría fuera al inglés, lengua de la canadiense Alice Munro, última ganadora. La misma premisa privaría del Nobel a los estadounidenses Oates y Roth y a la canadiense Anne Carson. En español, es muy reciente el premio a Mario Vargas Llosa (2010), tras los de Camilo José Cela y Octavio Paz que fueron consecutivos (1989 y 1990). Con todo, las casas de apuestas citan, con muy escasas posibilidades, a Juan Goytisolo, Javier Marías y Enrique Vila-Matas.
Mejor colocados aparecen el francés Patrick Modiano, los italianos Umberto Eco y Claudio Magris, el checo Milan Kundera, el portugués Antonio Lobo Antunes, el israelí Amos Oz o el holandés Cees Nooteboom. El criterio geográfico o geopolítico es otro de los valorados en las cábalas y son muchas las voces que creen llegada la hora de que África sea galardonada de nuevo. Solo cuatro autores africanos tienen el Nobel. El último, el sudafricano John Maxwell Coetzee en 2003, y antes, el nigeriano Wole Soyinka, el egipcio Naguib Mahfuz y la también sudafricana Nadine Gordimer.
El keniano Ngugi wa Thiong'o es un candidato con posibilidades ciertas ya que según Wahlin, es «un escritor muy del gusto de la Academia», al igual que el somalí Nuruddin Farah.
Otro criterio es el género literario. Aunque la novela manda y acapara más galardones, el Nobel de Alice Munro distinguía al cuento, como el del italiano Dario Fo premiaba a la narración oral. Los poetas vuelven a contar con posibilidades. El último fue el sueco Thomas Tranströmer y entre los aspirantes a esta edición se nombra al sirio Adonis, al francés Yves Bonnefoy, al surcoreano Ko Un, al polaco Adam Zagajewski, al rumano Mircea Cartarescu, al escocés Don Paterson y al chino Bei Dao.
Un género sin galardón es el reportaje literario, que tiene en la bielorrusa Svetlana Alexiévich a una de sus más brillantes representantes y con bastante opciones. Entre los dramaturgos apenas suena el noruego Jon Fosse.
Ladbrokes, firma que cruza apuestas sobre los aspirantes, cita también entre su decena de candidatos a Modiano, Roth y a un Murakami con más predicamento entre los apostantes, los lectores y los periodistas que entre los expertos. Aparecen muy bien situados Thiong'o, Alexiévich, Kadaré, el irlandés William Trevor, los estadounidenses Cormac McCarthy y Thomas Pynchon -Toni Morrison fue en 1993 la última ganadora de aquel país-, el austríaco Peter Handke, la italiana Dacia Maraini y el húngaro Peter Nadas.
La edad se tiene también en cuenta. Los académicos valoran reconocer a creadores ya muy mayores, claramente merecedores del Nobel y para los que pronto podría ser demasiado tarde. Ocurrió con el dramaturgo británico Harold Pinter y con el poeta sueco Tranströmer y podría repetirse con Milan Kundera, de 85 años, o con el enfermo Philip Roth.