Soldados turcos vigilan sus posiciones en la frontera con la localidad siria de Kobani. :: M. S. / REUTERS
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Los ataques de la alianza frenan el avance yihadista en Kobani

El Estado Islámico asedia desde hace tres semanas la ciudad fronteriza entre Siria y Turquía, en la que los kurdos reclaman más armas para defenderla

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Kobani vive los combates más duros de los últimos días. La alianza ha necesitado tres semanas de asedio yihadista a esta ciudad del Kurdistán sirio para comenzar a bombardear posiciones del Estado Islámico (EI). «Los ataques aéreos han logrado dificultar el avance del EI», señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), aunque no son lo suficientemente contundentes para evitar que este enclave situado en plena frontera con Turquía pueda caer en manos islamistas. Ankara ha dado luz verde a sus tropas para actuar y decenas de vehículos blindados y tanques protegen el paso fronterizo, pero de momento no hay orden de avanzar.

Uno de los responsables locales kurdos consultado por la agencia AFP confirmó el apoyo aéreo, pero lamentó que «no es suficiente para hacerles retroceder. Necesitamos armamento pesado, vehículos blindados, cohetes. Están a una distancia entre uno y tres kilómetros del centro». A diferencia de lo que ocurre en el lado iraquí del Kurdistán, aquí no llegan armas. Saleh Muslim, líder del principal partido kurdo en Siria, el Partido de la Unión Democrática (PYD), viajó a Turquía para analizar la situación de Kobani. El PYD es el brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), incluido en la lista de grupos terroristas de la UE y EE UU, lo que complica cualquier acción de socorro por parte de la alianza, pese a la actual tregua del PKK con Ankara.

Kobani es el último foco de resistencia a los islamistas en una zona en la que el EI se ha hecho con el control de cientos de aldeas, lo que ha provocado la salida de más de 186.000 personas en busca de refugio a Turquía. En la frontera se viven a diario momentos de tensión porque los kurdos acusan a los militares turcos de no intervenir y los bombardeos islamistas se siguen en directo al otro lado de la valla.

Biden habla claro

Los problemas para actuar en Kobani debido al recelo turco para apoyar a un partido hermano del PKK reflejan las dificultades a las que se enfrenta una alianza marcada por las agendas de sus miembros, sobre todo los árabes. El vicepresidente de EE UU, Joe Biden, denunció abiertamente en un discurso ofrecido en Harvard el apoyo que Turquía y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han ofrecido a grupos de la oposición armada siria como el EI o el Frente Al-Nusra, brazo de Al-Qaida en Siria. Este apoyo es un secreto a voces en la región, pero escucharlo de boca de Biden provocó la reacción del Ministerio de Exteriores de EAU, que exigió «una rectificación inmediata».

El EI ha ordenado a sus combatientes que abandonen las bases principales en el califato por los bombardeos. Más allá de los avances militares sobre el terreno, los yihadistas están respondiendo con mensajes de propaganda a través de las redes y la ejecución ante las cámaras de rehenes estadounidenses y británicos. Aviones no tripulados de la Fuerza Aérea británica habrían localizado a 'John el Yihadista', el responsable de las últimas decapitaciones, según informaron fuentes de seguridad al diario británico 'Daily Mail'. De momento, las fuerzas especiales han recomendado cautela ya que cualquier intento de apresarlo o acabar con su vida resultaría «suicida».

Mientras tanto, cuatro secuestrados por el EI lograron escapar de una de las cárceles del grupo yihadista en la región siria de Hasaka gracias a los ataques aéreos de la alianza el pasado viernes. Y el paradero de otros 12 fugados se desconoce.