El ‘whatsapp’ trae de cabeza a la escuela
Un centro de la capital prohibe a sus profesores que lo usen para hablar con los padres
Actualizado: GuardarLa clásica nota de papel que el profesor guardaba en el cuaderno o en la mochila del alumno se ha sustituido por el mensaje por ‘whatsapp’, la conocidísima aplicación de móvil que ha llegado a cambiar hábitos en el ámbito educativo. Lo que venía a ser una herramienta para ahorrar tiempo y transmitir mensajes de forma instantánea es, en muchas ocasiones, fuente de conflicto y alarma social por el mal uso que se hace de esta vía de comunicación.
Los populares grupos de padres, más habituales entre los que tienen hijos en niveles de Infantil y Primaria, se extienden cada vez más y se han convertido en una fuente de preocupación para la comunidad educativa, que desde que se popularizó la aplicación ha sido testigo del efecto que tienen las malas interpretaciones, un mensaje de alarma o el propio agotamiento que produce la avalancha de mensajes, que llegan a hacer invisible la información útil.
Un centro de la capital gaditana ya decidido ponerle coto al mal uso del ‘whatsapp’ y ha prohibido a sus profesores que eviten comunicarse con los padres y los alumnos a través de esta vía. Se trata del Colegio Salesiano San Ignacio, que ha comunicado la decisión a los progenitores, a los que les propone otras vías para conocer la evolución de sus hijos como el programa propio de la Consejería de Educación, la página web del centro o las tradicionales tutorías. La medida ha cogido por sorpresa a las familias, que tienen opiniones divididas sobre este asunto.
Por el momento es el único centro que tomar una decisión así, pero la comunidad educativa reconoce que hay preocupación en mucho de ellos. Cristóbal García, miembro del Gabinete de Asesoramiento, Convivencia e Igualdad de la Delegación de Educación de la Junta, explica que «es cada vez más habitual que en las jornadas que lleva a cabo su departamento se incluyan a los adultos, porque a veces hacen tan mal uso de las redes sociales como los menores». Este pedagogo se muestra partidario de que los colegios pongan límites cuando consideren que el mal uso de una red social puede generar problemas. En el caso del ‘whatsapp’ señala que «es una buena herramienta de comunicación porque ahorra tiempo y resulta gratuita, pero en muchas ocasiones se utiliza como vía para el cotilleo». García advierte de que «se trata de un medio muy viral y cualquier mensaje mal interpretado puede dar lugar a una reacción en cadena». El experto pone como ejemplo el bulo de que el agua de San Fernando había producido el contagio bacteriano en los niños que fueron ingresados hace varias semanas . «Resulta muy fácil crear una alarma social de grandes dimensiones», insiste, pero con ello no quiere decir que se deje de usar, simplemente que se haga con responsabilidad.
Por eso mismo recomienda que se lleve a cabo la elaboración de un plan digital en cada centro y que se establezcan protocolos de uso de estas herramientas. El gabinete al que pertenece trabaja desde hace un par de años en proyectos de este tipo, con jornadas de concienciación e incluso la designación de alumnos ayudantes, que forman a sus compañeros y les ofrecen recomendaciones para navegar y utilizar con seguridad las redes sociales.
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