Silva se dirige a una Rousseff con gesto contrariado antes de su último debate en televisión. :: A. L. / EFE
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Todos contra Rousseff

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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Los candidatos a las elecciones presidenciales de mañana en Brasil se despidieron de la campaña con un debate televisivo en el que se impuso la confrontación a las propuestas. La presidenta, Dilma Rousseff, que es la favorita en todas las encuestas, fue la más atacada por los dos rivales con posibilidades de quedar inmediatamente detrás y disputarle la segunda vuelta el día 26.

Tanto Marina Silva -del Partido Socialista Brasileño- como Aecio Neves -del Partido por la Social Democracia Brasileña- responsabilizaron al Gobierno de Dilma Rousseff y a su Partido de los Trabajadores por varios escándalos de corrupción que siguen representando el talón de Aquiles del oficialismo. «Usted no cumplió los compromisos de campaña y la corrupción fue barrida bajo la alfombra», le espetó a Rousseff una Marina Silva mucho más agresiva que lo que se había visto hasta ahora.

Neves acusó directamente a Dilma Rousseff de «entregar nuestra mayor empresa (la petrolera estatal Petrobras) a una pandilla cuyo director está preso». Trató así de salpicar a la favorita con las revelaciones de un exdirectivo de la empresa que, desde la cárcel, proporcionó una lista de presuntos beneficiarios de sobornos, entre los que hay gobernadores, legisladores y dirigentes políticos, del PT y también de la oposición. Dilma Rousseff, ya con la voz ronca, se defendió diciendo que «corruptos hay en todos lados, lo que necesitamos es que las instituciones sean capaces de investigar».

Pelea por el segundo puesto

Organizado por la red O'Globo, el debate del jueves por la noche fue el último de cinco que se sucedieron a lo largo de una campaña que por momentos pareció una montaña rusa. Silva se lanzó al ruedo en agosto, después de la muerte en accidente del candidato socialista Eduardo Campos, y a partir de ahí su popularidad creció hasta casi empatar a Rousseff. Pero en las últimas semanas la mandataria se recuperó a fuerza de mostrar los avances sociales de su Gobierno y de generar desconfianza hacia la política promercado que proponen sus contendientes.

Según la última encuesta de Datafolha, Dilma Rousseff obtendría en primera vuelta el 40% de intención de voto frente al 24% de Silva y el 21% de Neves. Será difícil que la presidenta pueda imponerse ya mañana mismo -necesita más de 50% de los votos válidos- pero podría llegar muy bien posicionada a la cita del día 26.

En cambio, a sus competidores aún les queda una fuerte pelea por los electores durante la jornada de mañana, en busca de un preciado segundo puesto y un nuevo encuentro en las urnas con Dilma Rousseff. Las firmas encuestadoras indican que Silva y Neves están en situación de empate técnico. Si Marina es la que sale segunda y Dilma Rousseff no logra imponerse mañana, será la primera vez desde los años 80 que el PSDB se queda fuera de la segunda vuelta para dejar paso a la competición entre dos mujeres.