Hong Kong trata de ganar tiempo
El jefe ejecutivo se niega a dimitir y ahora ofrece diálogo para que los manifestantes renuncien a ocupar la sede del Gobierno
HONG KONG.Actualizado:En un intento de ganar tiempo para desactivar las masivas protestas de esta semana pidiendo democracia, el jefe ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, ofreció anoche diálogo a los manifestantes, pero se negó de nuevo a dimitir. Minutos antes de que se cumpliera el plazo que éstos le habían dado para que renunciara al cargo, anunció que su número dos y secretaria jefe de su Gabinete, Carrie Lam, se reunirá «lo antes posible» con los líderes de la Federación de Estudiantes, auténticos protagonistas de estas concentraciones que han colapsado el centro de Hong Kong.
Las fuerzas prodemocráticas, agrupadas en torno al movimiento 'Occupy Central' (Ocupar el Distrito Central), se congratularon por esta decisión y confiaron en que sirva como «punto de inflexión al actual punto muerto».
Dando marcha atrás a su negativa de los últimos días, Leung se avino a hablar con los representantes de la 'Revolución de los Paraguas', pero advirtió de que «cualquier diálogo sobre reformas políticas tiene que estar basado en la Ley Básica de Hong Kong y en el marco de la Asamblea Nacional Popular china». Aunque se comprometió a seguir trabajando por la instauración del sufragio universal en las elecciones previstas para 2017, no hizo mención a la selección de candidatos por un comité afín a Pekín, una condición que ha sublevado a las fuerzas democráticas de la isla.
Pronunciada desde su residencia y emitida en directo por Internet, su alocución fue abucheada por los miles de jóvenes, en su mayoría universitarios, que se habían plantado ante su oficina para bloquear la entrada. Temiendo ser desalojados por la fuerza, muchos de ellos cubrían sus rostros con gafas de bucear y máscaras por si los agentes antidisturbios volvían a lanzar gases lacrimógenos y espray de pimienta, como el domingo. Intentando calmar a los estudiantes, que habían amenazado con ocupar edificios públicos si no dimitía, Leung Chun-ying insistió en que «la Policía se contendrá si las protestas no sobrepasan los cordones establecidos por los agentes». Para rebajar la tensión, los estudiantes frenaron a unos exaltados que, insatisfechos con la oferta de Leung, pretendían cortar otra calle.
«Será una tarea larga»
«El régimen chino piensa que somos tan estúpidos que podemos aceptar el sufragio universal con candidatos seleccionados por Pekín», exponía Givy Lee, una productora de un estudio de fotografía de 26 años que había acudido a la concentración «para presionar al jefe ejecutivo y que renuncie a su cargo». En su opinión, «el Gobierno de Hong Kong quiere agotarnos y abrir la división social por las molestias que causan las protestas», pero «vamos a ganar» porque «de lo contrario, no vendría». Aunque advertía de que «conseguir unas elecciones totalmente libres y abiertas será una tarea larga», señaló que «queremos un compromiso para avanzar hacia ellas, pero no tiene por qué ser en 2017», cuando se celebrarán los comicios a jefe ejecutivo de la isla.
Ahora está por ver la respuesta de los estudiantes y los resultados del diálogo, pero al menos la oferta ha apaciguado los ánimos cuando todo apuntaba a un aplastamiento por la fuerza de la «Revolución de los Paraguas».