Un atentado atribuido a Resistencia Galega daña un ayuntamiento de Lugo
La explosión se produjo de madrugada, causó graves daños materiales y las autoridades no tienen dudas de la mano del grupo terrorista
LUGO.Actualizado:Una artefacto casero compuesto por una olla a presión con entre tres y cinco kilos de pólvora explotó ayer, hacia las 4.40 de la madrugada, en los bajos del ayuntamiento de la localidad lucense de Baralla, limítrofe con la provincia de León. La explosión causó graves daños en la planta baja, los soportales y en edificios adyacentes. Tanto la Delegación del Gobierno en Galicia como la Guardia Civil apuntaron a la autoría del grupo terrorista Resistencia Galega.
La deflagración fue tan violenta que el reloj del ayuntamiento se quedó parado a las 4.40 horas y la detonación se escuchó en aldeas situadas a más de cuatro kilómetros de la capital de este municipio rural de la montaña de Lugo. Los vecinos de Baralla, poco acostumbrados a este tipo de sucesos, se levantaron abruptamente de la cama para conocer lo sucedido. La explosión tuvo lugar hora y media después de que un bar cercano al edificio consistorial cerrara.
El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, visitó la localidad y confirmó que todos los indicios apuntan a que el atentado fue perpetrado por Resistencia Galega, ya que el modo de actuación era similar «al de hace casi un año en la localidad de Beade, en Ourense», que no fue reivindicado por nadie. También recordó que «coincide» que la semana que viene se celebra un juicio en la Audiencia Nacional contra tres de sus miembros en prisión provisional. De confirmarse esas sospechas, sería el primer atentado del año y el segundo contra un ayuntamiento, porque hasta ahora lo habitual era que atacasen sedes de partidos políticos, empresas o bancos.
Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Baralla está gobernado por Manuel González (PP), un alcalde cuyas polémicas palabras sobre las víctimas del franquismo, a principios de agosto de 2013, lo hicieron protagonista de numerosas críticas. En una sesión plenaria, el regidor insinuó que los condenados a muerte durante el régimen franquista «se lo merecían», aunque luego afirmó que sus palabras fueron malinterpretadas y pidió disculpas públicas. Ayer dijo que fue un hecho «que no tiene que ver con esto».