Blesa, junto a Rato, el día en que éste fue elegido presidente de Caja Madrid. en enero del 2010. :: R. C.
Economia

La excúpula de Caja Madrid y Bankia dilapidó hasta 15,5 millones en tarjetas

Anticorrupción pide a la Audiencia Nacional que investigue estos gastos irregulares realizados entre 2003 y 2012 al apreciar indicios de delito

MADRID. Actualizado: Guardar
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Gastar 15,5 millones en tarjetas de crédito es mucho, aunque se haga a lo largo de 10 años (2003-2012). Y si, además, quienes lo hacen son prácticamente todos los consejeros y principales directivos en esa época de Caja Madrid y Bankia, entidad que tuvo que ser rescatada en mayo de 2012 con 23.500 millones de euros ante la situación de quiebra técnica en que la dejaron sus antiguos gestores, las sospechas aumentan. De hecho, una vez analizada toda la documentación remitida por el propio banco, la Fiscalía Anticorrupción considera incluso que habrían podido incurrir en un delito societario y otro de apropiación indebida, al abusar de su cargo en beneficio propio.

Lo que no está tan claro es el grado de responsabilidad que tendría cada uno frente a la justicia, dado que la actual Bankia -la que descubrió esta dilapidación de fondos del banco en la época anterior a la llegada del equipo presidido por José Ignacio Goirigolzarri- entiende que los principales culpables serían quienes «autorizaron o acordaron» toda esta trama de forma más o menos subrepticia dentro del banco.

El ejecutor de la misma fue Ildefonso Sánchez Barcoj, ex director financiero de Caja Madrid y Bankia, quien fue el que más dinero gastó con 484.000 euros. Es probable, no obstante, que el muñidor de todo fuera el entonces presidente, Miguel Blesa -de quien era mano derecha-, quien se benefició de 436.700 euros, si bien su sucesor, Rodrigo Rato (54.800 euros) también dio su visto bueno a una operativa que les aseguraba el respaldo cerrado de sus respectivas cúpulas.

A una media de 1,5 millones de euros al año, los 86 ex altos cargos de la entidad que aparecen ahora señalados -65 miembros del consejo de administración y de la comisión de control, junto a 21 altos ejecutivos- 'tiraron de tarjeta' de la empresa para costear todo tipo de gastos particulares. Así, emplearon un total de tres millones en restaurantes, otros dos millones en retiradas de dinero en efectivo en cajeros, más de 1,5 millones en distintos tipos de desplazamientos y viajes, otro millón en grandes superficies, casi 800.000 euros en hoteles y cerca de 700.000 euros en ropa, calzado y otros complementos.

Nada que ver, por tanto -según la propia auditoría interna de Bankia-, con gastos de representación o vinculados a actividades profesionales. No en vano, estas tarjetas de crédito VIP (de alta gama tipo 'Business Oro' y 'Business Plata') estaban «fuera del circuito normal de otorgamiento de las tarjetas de empresa» que, además, en muchos casos los propios implicados también disfrutaban aparte. Sobre ellas pesaba un cierto secretismo, fruto de que su misma existencia no estaba contemplada ni en los contratos, ni en los estatutos y tampoco en los acuerdos del propio consejo.

El grueso de los cobros (15,24 millones) tuvo lugar en la etapa de Caja Madrid anterior a su integración en Bankia junto a otra media docena de entidades de ahorro regionales. Sólo una pequeña parte (245.000 euros) fueron cargados ya a esta última, si bien han resultado al final el hilo conductor gracias al que el equipo de Goirigolzarri ha podido descubrir tamaña irregularidad.

Irregularidades fiscales

Tras corroborar esos datos, a finales de junio los comunicó al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), como titular último del capital social de su matriz (BFA) a raíz de su rescate. Y fue este organismo, dependiente del Ministerio de Economía, el que mandó luego toda la información a la Fiscalía para que abriera una investigación formal. De hecho, el FROB presume también que los beneficiarios de las tarjetas no han declarado las sumas aprovechadas a Hacienda dado que «no consta» información de las mismas «en sus declaraciones (de IRPF o Sociedades) correspondientes».

Algunos de esos ejecutivos han devuelto ya el dinero gastado, eso sí, a instancias de Bankia y sólo en la parte correspondiente a esa entidad. Se trata del referido Rodrigo Rato, así como de los exdirectivos José Manuel Fernández Norniella, Ildefonso Sánchez-Barcoj y Matías Amat. En total, han retornado a las arcas de la entidad cerca de 200.000 euros. El resto del dinero, según fuentes del banco, tendría que ser reclamado por la propia Caja Madrid o su heredera, en este caso la fundación que se creó hace unos años.