Miles de personas llenan las plazas catalanas para rechazar la decisión de la corte
La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana asegura que «ningún tribunal decidirá nuestro futuro»
BARCELONA. Actualizado: GuardarMiles de catalanes llenaron ayer las plazas de cientos de localidades de Cataluña como respuesta a la suspensión del referéndum independentista decretada por el Tribunal Constitucional. Ni la lluvia ni el jarro de agua fría del anuncio de la Generalitat de que paralizado la campaña de la consulta deslucieron las protestas convocadas por la Asamblea Nacional Catalana y Ómnium Cultural en las principales ciudades de Cataluña. Las plazas más emblemáticas de Barcelona, Gerona, Lerida y Tarragona, así como l'Hospitalet, Vic, Badalona, Terrassa o Granollers, entre otras, se llenaron de independentistas.
Las concentraciones, que contaron con la asistencia de los líderes de CiU, Esquerra, Iniciativa y la CUP, dieron el pistoletazo de salida a la campaña unitaria que el independentismo llevará a cabo hasta el 9 de noviembre. Esta campaña ignorará la suspensión del Constitucional y tendrá como plato principal un operativo puerta a puerta con el que la ANC quiere llegar a todos los hogares catalanes a través de 100.000 voluntarios para tratar de convencer a los indecisos y explicar a la ciudadanía cómo sería una hipotética Cataluña independiente.
La manifestación más numerosa, unas 5.000 personas, según la Guardia Urbana, se celebró en una abarrotada y lluviosa plaza Sant Jaume de Barcelona, donde la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, afirmó que «ningún tribunal decidirá nuestro futuro y menos el Constitucional». «Esta campaña continuará hasta el 9-N», dijo. Entre gritos de «votaremos» o «desobediencia e independencia», las protestas sirvieron una vez más, como con la reciente Diada, para enviar un mensaje al Gobierno de Mariano Rajoy, en el sentido de que miles de catalanes no dejarán de salir a la calle hasta que consigan votar. También fue un toque de atención al Gobierno catalán, al que ya en la Diada le pidieron que no se arrugue. En esta ocasión, Forcadell reprochó a Artur Mas su decisión de paralizar la campaña institucional.
«Imparable»
En la manifestación de Barcelona, la presidenta de Ómnium Cultural, Muriel Casals, aseguró que el proceso catalán es «imparable». «Esto no lo para ni la lluvia ni ningún tribunal», exclamó eufórica. «Ante una agresión a la democracia, la respuesta es más democracia», remató.
El manifiesto de la protesta denunció además que la corte de garantías «muestra su total dependencia del Poder Ejecutivo y muestra el poco respeto que tiene por las reglas democráticas. Hoy ponemos en marcha la campaña política más importante de la UE: 100.000 voluntarios implicarán a toda la ciudadanía para construir un país nuevo. El 9-N votaremos y ganaremos».
Al término de la concentración, presidida por la pancarta 'Un país pequeño que entre todos haremos muy grande', un grupo de asistentes montó una veintena de tiendas de campaña, en las que piensan permanecer ante la Delegación del Gobierno hasta el 9 de noviembre.