El peso de pedir para comer en San Fernando
Más de 40 familias de San Fernando viven gracias a la solidaridad de los vecinos
Actualizado: GuardarCuando se entrega una bolsa llena de alimentos no hay alegría, satisfacción o recompensa espiritual. Hay dolor. Una persona con nombre y apellido que siente vergüenza por tener que pedir para comer. Lo que es peor; que tiene que pedir para que coman sus hijos. Hay desesperación, tormento. Hay depresión por sentir que no se ha sido capaz de proteger a esos pequeños que corren de un lado para otro ajeno a lo que ocurre. Se ha roto esa promesa que se hizo cuando se les cogió por primera vez en brazos.
El peso de la bolsa no es comparable al peso que se arrastra por tener la necesidad de ir a recogerla. Y de eso sabe bien Ana Garrido, representante de la Federación de Vecinos y la encargada de coordinar el Banco de Alimentos de la ciudad. Una iniciativa a la que la Federación decidió apuntarse, ya que la situación de las barriadas empeora por momento y aumenta el número de familias con necesidades por la crisis.
«Es duro y complicado porque en ocasiones ves a una persona que conoces, que durante toda su vida le ha ido bien y que ahora no tiene para darle a su familia. Nos cuentan historias desgarradoras y además de los alimentos intentas dar un poco de ánimo. Somos consciente de lo difícil que resulta venir a recoger esta bolsa».
Tanto que desde la Federación se ha decidido eliminar la conocida como ‘cola de la vergüenza’. El reparto de alimentos se hace de forma escalonada, en varios días y en diferentes horas.
Actualmente son 40 familias las que viven por esta acción que ha puesto en marcha la Federación de Vecinos. En total unas 134 personas. Pero ya hay una lista de espera de otras 40 familias, de las que 20 se espera poder ayudar en poco tiempo (serían ya más de 300 personas). De hecho, es posible que en los próximos repartos se haga.
«Nos acaba de llamar el Banco de Alimentos y nos dan esta vez más kilos. Ahora contamos con más de 800 kilos y esperamos que podamos ayudar a más personas». Además de acciones solidarias como la recogida de productos de higiene que se realizó en el Día del Vecino o la entrega de 250 kilos de alimentos por parte del Centro de Formación de Tropa de Camposoto. «Toda ayuda es poca, sobre todo porque hay cosas como productos de higiene que también son necesarias y que no se dona y no entrega el Banco de Alimentos». Una dura realidad que unos vecinos de San Fernando intentan paliar.