Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Pedro Sánchez, en su comparecencia de ayer en el Congreso. :: CHEMA MOYA / EFE
ESPAÑA

El Gobierno agradece al PSOE su apoyo para frenar el reto soberanista

Pedro Sánchez, sin embargo, se lamenta de que cada día ve a Rajoy «más enrocado» contra la reforma federal de la Constitución

ALFONSO TORICES
MADRID.Actualizado:

El Gobierno agradeció ayer al primer partido de la oposición que en las horas previas a que Artur Mas convoque la consulta independentista en Cataluña -antes del sábado- el PSOE solemnizase en el Congreso su total cierre de filas con el Ejecutivo para impedir un referéndum que ambos creen ilegal y que no tienen dudas de que el Tribunal Constitucional suspenderá.

Los socialistas, a través de su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, dejaron claro su apoyo a los recursos de inconstitucionalidad que el Gobierno va a presentar en cuento se publiquen en el boletín oficial catalán la ley de consultas y el decreto de convocatoria del referéndum para el 9 de noviembre y a las demás medidas que tenga que tomar el Ejecutivo contra cualquier otra iniciativa unilateral con la que los soberanistas catalanes puedan intentar «desbordar el marco constitucional por la vía de los hechos».

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que fue su interlocutora en la sesión de control del Congreso, alabó el «sentido de Estado» de los socialistas, que describió como una muestra de responsabilidad, y agradeció su apoyo político sin matices al Ejecutivo para frenar cualquier desafío a la legalidad.

Pero, al tiempo que mostraban su total sintonía y decisión de frenar el referéndum independentista o cualquier otra derivada posterior del pulso al Estado, constataron con igual claridad que no tienen un solo punto más de coincidencia en cómo afrontar el día después del 9-N, es decir, en cómo encauzar la grave crisis territorial e institucional declarada en Cataluña, que además amenaza con extenderse a otras autonomías, como Euskadi, según recordó el propio Hernando.

El portavoz del PSOE tiene claro que la nulidad del referéndum no va a desactivar lo que considera «un momento crítico» en la historia de España y que se impone que el Gobierno acepte sumarse a la propuesta socialista de una reforma limitada de la Constitución para convertir a España en un estado federal en el que puedan tener encaje las mayores aspiraciones de autogobierno de los catalanes. «Los socialistas ofrecemos firmeza para defender la Constitución, valentía para reformarla y diálogo para alcanzar un gran consenso» entre las principales fuerzas políticas españolas, insistió.

La vicepresidenta, reiterando la doctrina repetida durante todo el verano por Mariano Rajoy, considera que en este momento «clave» no toca hablar de posibles reformas en la Constitución sino concentrarse en frenar el desafío soberanista de Mas e impedir la celebración de la consulta independentista.

Entrevista con Duran

Santamaría, de hecho, pidió a los socialistas en este asunto la misma «responsabilidad» de la que hacen gala en la nítida oposición al pulso soberanista y les reclamó que mediten «el cómo y el cuándo» antes de plantear ahora «según que propuestas», en referencia a la reforma federal de la Constitución.

La vicepresidenta no se cerró a hablar en el futuro de cambios en la Carta Magna siempre que exista en torno a su objeto un muy amplio consenso previo que considera que ahora no existe. Además, advirtió al PSOE de que si aspira a abrir en serio este debate antes tendrá que explicar en qué consiste exactamente su propuesta de España federal, porque cree que de momento «no pasan del enunciado». Por ejemplo, quiere saber si hablan de federalismo simétrico o asimétrico, si le ofrecerían un pacto fiscal a Cataluña como el de Euskadi, o qué es eso de «reconocer las singularidades de las comunidades autónomas».

El desencuentro vivido en el Congreso coincide con la impresión que el líder del PSOE sacó el lunes pasado tras el discreto almuerzo que mantuvo con Rajoy en la Moncloa. Pedro Sánchez, que ayer se entrevistó con Antoni Durán Lleida dentro de la ronda en la que explica a los portavoces parlamentarios su propuesta de reforma constitucional, confesó que cada día observa en el presidente del Gobierno «un mayor enrocamiento» en su negativa a debatir cualquier tipo cambio en la Carta Magna y en la estructura territorial de España.

Tanto Sánchez como el portavoz de CiU en el Congreso coincidieron en describir la postura de Rajoy, contraria a abrir una salida dialogada al conflicto catalán, como «inmobilista» y señalaron que, en contra de los que piensa el líder popular, su estrategia «no garantiza la unidad de España». El secretario general socialista está convencido que la oferta federal es la única alternativa al actual choque de trenes entre la Generalitat y el Gobierno y aseguró a Rajoy que si es «valiente» y abre la puerta a la reforma de la Constitución tendrá todo el respaldo de su partido.