Un nuevo brote de legionela causa tres muertos en Ripollet

La Generalitat informó ayer de la muerte de tres personas como consecuencia de un brote de legionela detectado en Ripollet, localidad ubicada en el área metropolitana de Barcelona. El foco coincide en el tiempo con otro que afecta a Sabadell desde hace semanas y en el que han perdido la vida cuatro personas y una veintena siguen ingresadas. Las autoridades sanitarias del Ejecutivo catalán no descartaron que ambos brotes tengan relación, si bien también expresaron que es muy difícil que así sea. «Nunca en Cataluña un único brote ha afectado a personas separadas por tanta distancia (Sabadell y Ripollet están a 13 kilómetros), por lo que es muy remoto que pueda ser el mismo, aunque también es muy raro que coincidan dos de tanta virulencia», señaló el secretario de la Agencia de Salud Pública de la Generalitat, Antoni Mateu. Los fallecidos de Ripollet son una mujer y dos hombres, con una edad media de 76 años y todos ellos con patologías graves previas. Las víctimas perdieron la vida entre el 16 y el 22 de septiembre.

El Gobierno catalán aseguró que ayer «no se notificó ningún nuevo caso», con lo cual son 34 en Sabadell y cinco en Ripollet las personas afectadas hasta el momento. «No se puede descartar, a fecha de hoy, que puedan aparecer más pacientes, dado que el periodo de incubación de la enfermedad es de 10 días como máximo», aseguraron desde el Departamento de Salud.

En el brote de Sabadell, el último caso notificado inició los síntomas el día 20, mientras que en el de Ripollet fue el 16. A pesar de la alarma que pueden causar los siete fallecimientos y la cercanía de los brotes, las autoridades sanitarias precisaron que «parece que el foco ha dejado de emitir porque no hay casos en Ripollet desde hace una semana y en Sabadell desde hace varios días». Los ciudadanos pueden estar tranquilos porque todo apunta a que el brote va a la baja, según Mateu.

A diferencia de Sabadell, donde se sospecha de una torre de refrigeración que no ha sido localizada, en Ripollet creen saber cuál es la instalación propagadora de la bacteria, ya que los tres fallecidos «tenían muy poca movilidad y no salían prácticamente de casa, lo que da muchas pistas de la instalación que podría estar afectada», explicó el secretario de la Agencia de Salud.