El ébola regresa a España mes y medio después
Defensa repatría desde Sierra Leona al padre Manuel García Viejo en un avión de transporte medicalizado
MADRID.Actualizado:El sistema sanitario español vuelve a enfrentarse al reto de salvar la vida a otro enfermo de ébola, el padre Manuel García Viejo que contrajo el virus en Sierra Leona, 47 días después de la llegada de Miguel Pajares. Las próximas horas serán cruciales para que los expertos en enfermedades infecciosas del Hospital Carlos III determinen si el sacerdote leonés, de 69 años, padece alguna otra patología que pueda agravar más aún su estado.
El enfermo, que desde hace una semana sufre fiebres muy altas, fue diagnosticado de ébola el viernes. Había poco margen del error, dado que como director médico del Hospital de San Juan de Dios en la ciudad de Lunsar (Sierra Leona) trataba a diario a dichos enfermos. Este misionero y especialista en medicina interna y tropical podría ser tratado con el suero experimental Zmapp, que ya ha salvado algunas vidas pero que no dio resultados con el padre Pajares, que falleció pocos días después de llegar a España desde Liberia. En aquel caso, el sacerdote de la Orden de San Juan de Dios sufría otras patologías que complicaban más su recuperación. Al igual que ocurrió el pasado agosto, la sexta planta del Carlos III está cerrada al público y se aplica el protocolo de aislamiento, no solo en la habitación de García Viejo -que cuenta con un sistema de presión negativa el filtrado de todo el aire-, sino también para la cremación del material médico y textil que ha estado expuesto al enfermo, dado que el ébola se transmite por contacto con los fluidos corporales del paciente.
Para la repatriación desde Sierra Leona del padre García Viejo, el Ministerio de Defensa ha optado por emplear el mayor sus aviones de transporte, el Hércules C-130. Un aparato muy versaltil, estable, seguro y capaz de aterrizar en una pista de tierra. Efectivos de la Base de Torrejón trabajaron durante la madrugada de ayer para adaptar el apatato.
Toque de queda
En la cabina de pasaje/carga fue instalada una cámara de aislamiento para enfermos contagiosos, así como un sistema de soporte vital. En el avión viajaron otras dos cámaras de aislamiento (una segunda montada, y otra más sin montar) y material médico, con un peso que llegó a los 1.200 kilos. Las tripulaciones, sanitaria y de vuelo, fueron protegidas con monos, gafas, mascarilla, guantes y calzas. Para la operación se contró con dos tripulaciones de vuelo del Ala 31 y dos equipos médicos de la Unidad Médica de Aeroevacuación (Umaer).
El Hércules partió poco después de las 7.00 horas de ayer de Madrid rumbo a Freetown, donde aterrizó sobre las 16.30 hora española. El principal problema para el traslado de Manuel García Viejo hasta el aeropuerto fue que la ciudad estaba bajo toque de queda, medida ordenada por el Gobierno del país para tratar de frenar la epidemia. El traslado del religioso al aeropuerto tuvo lugar una media hora mástarde. Una vez reportado el combustible del C-130, la segunda tripulación se puso a los mandos del aparato, que despegó a las 19.50 horas rumbo a España.
Al cierre de esta edición, en la Base de Aérea de Torrejón todo estaba previsto para la llegada del avión, esperada entre las 6.00 y las 7.00 horas de hoy. Un convoy escoltado por la Guardia Civil y la Policía Municipal de Madrid e integrado por dos ambulancias, esperaba el traslado del enfermo hasta el Carlos III al padre García Viejo.
Como ya ocurrió el pasado mes de agosto con la preparación del Hospital Carlos III para tratar a Miguel Pajares y la hermana Juliana -que finalmente no padecía ébola-, ayer arreciaron las críticas tanto por el traslado del enfermo a España, como por el estado en que se encuentra el centro médico adscrito al Hospital de La Paz.