Una mano tendida a los okupas de la carretera de Medina
Rafael Romero, párroco de Solagitas, reconoce «la complicada situación» que viven muchas familias con abuelos, hijos y nietos bajo el mismo techo
CHICLANA. Actualizado: Guardar«No podía seguir en esa situación, éramos 10 personas durmiendo en un mismo cuarto, sin recursos y sin nada». Lourdes es clara, sin ningún tipo de ingreso, con un hijo en el mundo y otro en camino; su pareja y ella no encontraron otra solución que actuar al margen de la ley. Con tan sólo 20 años y sin recursos ahora son una de las 20 familias que okupan una casa de una promoción de viviendas en la carretera de Medina, número 100. Su caso se repite, con variaciones, en el resto de okupas del edificio. La mayoría son chiclaneros, jóvenes, sin trabajo. Parejas con hijos refugiadas en casas de sus padres en una situación prácticamente de hacinamiento.
Rafael Romero, párroco de Santa Ángela de la Cruz, parroquia de Solagitas, conoce bien el drama que viven muchos de los vecinos de la zona. De hecho, conoce de la existencia de la casa okupa, aunque reconoce que «hasta ahora no se han acercado por la parroquia a pedir ayuda». De hecho, Romero les invita a hacerlo para proporcionarles ayuda en lo posible, a la vez que les invita a acudir a los Servicios Sociales del Ayuntamiento para que les asistan.
Para Romero, la situación familiar de estas 20 familias no es nueva. «Por desgracia veo muchos casos así de parejas jóvenes con hijos que no les queda otra que irse a vivir a casa de los padres de él o ella», explica. Eso origina situaciones desesperadas de escasez de recursos económicos básicos y complicaciones para ayudarles. «Nuestro alcance es limitado ya que la parroquia tiene recursos económicos mínimos. En esos casos se considera que toda la familia es una única unidad familiar con lo cual no pueden hacer mucho con una bolsa de alimentos al mes», reconoce el sacerdote.
Es Solagitas una de las zonas de Chiclana donde esta situación de familias en exclusión social se vive con mayor intensidad. De hecho, la parroquia atiende a 190 familias a través de Cáritas. Le supera la parroquia de San Sebastián, aunque «porque sus límites parroquiales son más grandes». Además, en Solagitas se une el hecho de que los recursos de ayuda con los que cuenta la iglesia son muy limitados. «En una colecta de fin de semana hacemos como máximo 36 euros, ya me dirás qué se puede hacer con eso», sentencia Romero con desesperación.