La tensión electoral se apodera de Glasgow
Independentistas y unionistas se enzarzan en una multitudinaria pelea en la que tuvo que intervenir la Policía para apaciguar los ánimos
EDIMBURGO.Actualizado:Los ánimos se caldearon por un momento en Glasgow tras la jornada electoral. El pasado viernes la policía escocesa tuvo que intervenir en la plaza George Square para separar a decenas de manifestantes unionistas e independentistas que causaron «desórdenes menores» en la céntrica plaza de la segunda ciudad más importante de Escocia.
Los incidentes comenzaron cuando los unionistas lanzaron una bengala. Los agentes de la policía escocesa tuvieron que interceder e interponerse entre ambos grupos para mantenerles separados cuando los manifestantes comenzaron a lanzar objetos mientras los partidarios del 'sí' a la independencia cantaban 'Flower of Scotland', el himno oficioso escocés, y los unionistas entonaban 'Rule Britannia', una antigua canción patriótica británica.
La líder de los laboristas escoceses, Johann Lamont, afirmó que el orden se estableció «tan pronto como fue posible». La policía no realizó detenciones y, aunque tras su intervención el ambiente se mantuvo todavía algo tenso en George Square, los incidentes no llegaron a más.
Lo que sí prosiguieron a estas confrontaciones entre unionistas e independentistas fueron las reacciones políticas condenando el comportamiento de ambos grupos. La dirigente conservadora Ruth Davidson afirmó que no quiere «ver escenas como esas en las calles» de Escocia. Por su parte, el liberaldemócrata Menzies Campbell consideró «extremadamente desalentadores» los desórdenes. «Para alguien como yo, comprometido con el proceso democrático, que valora el modo en que las cosas se han llevado a cabo hasta ahora, esto es extremadamente desalentador», dijo.
Por suerte, los de George Square han sido los únicos incidentes entre partidarios del 'sí' y el 'no' tras la histórica cita electoral del pasado jueves. Pero los casos de violencia entre partidarios del 'sí' y del 'no' podrían repetirse en Glasgow, según creen algunos. «Escocia es un país muy dividido en este momento. Si los nuevos poderes se confirman, todo debería volver a la normalidad», asegura un joven escocés de 22 años.