PAN Y CIRCO

UN AÑO CUALQUIERA, UN ORO MÁS

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Ya con las vacaciones en el baúl de los recuerdos, el deporte sigue latiendo con fuerza. La Liga sigue su curso, la Vuelta y el Mundial de Baloncesto llegaban a su fin pero a otros deportes, los minoritarios (por no llamarlos marginados), les ha llegado su turno y su momento de gloria.

Hace escasas semanas y, de repente, se da a conocer una chiquilla o, pongámoslo en mayúsculas, una GRAN DEPORTISTA. Una campeona del mundo llamada Carolina Marín, que izó al cielo nuestra bandera española y dejó en lo más alto al deporte nacional.

Una deportista que para llegar hasta ahí y hacer lo que ha hecho, no se ha preparado en una semana, unos meses o un año... Y sí con mucho sacrificio y esfuerzo, dejando cosas a un lado para lograr sus objetivos. Hoy sí sabemos quién es y qué ha conseguido, pero durante todo este trayecto, nadie ha hablado de ella.

Nuestra sociedad sólo entiende de fútbol o, mejor dicho, los medios de comunicación se vuelcan en esta práctica. Y tengo que decir que el fútbol como deporte me apasiona, pues he tenido la suerte de tener a un amigo que ha llegado lejos en este mundillo y soy consciente de todo el esfuerzo que ha realizado.

Aquí entendemos de otros deportes cuando llegan los Juegos Olímpicos, todos nos volcamos con nuestros deportistas y ansiamos que España quede lo más arriba posible del medallero. ¿Qué pasa cuando no ocurre? Somos el hazmerreír y llega la decepción. Pero los Juegos no se preparan en un abrir y cerrar de ojos.

A estos deportistas les gustaría que se les diera más apoyo y repercusión porque el apoyo hace que avances más rápido, pero lo que más agrada a todos ellos es que al acabar una competición, los que están ahí son los de siempre.ganen o pierdan. Sus familiares y amigos nunca fallan. Seas campeón del mundo o no.

Fui de las que días atrás estuvo pegada a la tecnología siguiendo cada impulso, cada pedalada y cada paso de Gómez Noya y Mario Mola, vibrando con cada punto de Carolina Marín y alentando a Mireia Belmonte en cada brazada. Gracias por todo.