Mas y Junqueras negociarán la entrada de Esquerra en el Gobierno catalán
El PSC también se ofrece al presidente de la Generalitat para contrarrestar la presión de los republicanos
BARCELONA.Actualizado:En las próximas semanas, después de que el Parlamento catalán apruebe la ley de consultas y Artur Mas firme, en un plazo de siete días, el decreto de convocatoria del referéndum, el presidente de la Generalitat y el líder de Esquerra abrirán una negociación, que se presenta a priori muy complicada, para la entrada de la formación republicana en el Gobierno autonómico.
Una reclamación que Mas siempre ha puesto sobre la mesa en los últimos dos años y que por primera vez en lo que llevamos de legislatura catalana fue asumida por Oriol Junqueras. En la segunda jornada del debate sobre política general de Cataluña, el dirigente independentista se mostró dispuesto, de manera formal, a que su formación se siente en el Consejo de Gobierno. La intención del presidente de Esquerra, que lleva dos ejercicios prestando respaldo externo a CiU, es «blindar la consulta», según expresó en la Cámara catalana.
Se trata de una oferta envenenada pues lleva implícita la exigencia a Mas de que el 9 de noviembre saque las urnas a la calle, aun con el veto del Tribunal Constitucional. Una opción de la que el presidente de la Generalitat se aleja cada vez más, aunque sigue sin descartarla, a pesar de que la presidenta del PPC le planteó la pregunta en tres ocasiones.
Un día después de que Mas abriera la puerta a adelantar las elecciones si no es posible celebrar la consulta, Junqueras replicó con un movimiento estratégico con el que quiso dejar claro que no hay plan B y que no hay alternativa al referéndum. La consulta es el mejor intrumento, «casi el único», para votar, dijo.
Mas valoró la oferta del republicano y le emplazó a verse en las próximas semanas. Pero al mismo tiempo le dio largas, ya que, apuntó, ahora no es el momento de abordar el asunto. Aunque Junqueras evitó criticar al presidente de la Generalitat por el 'caso Pujol', lo que sí hicieron y con dureza PP, Iniciativa, Ciutadans y CUP, el dirigente de Convergència y el de Esquerra mostraron este martes sus primeras diferencias en público tras casi dos años de proceso soberanista pilotado mano a mano. De puertas a fuera estas discrepancias son solo formales, pero en privado son de calado. Y es que, Junqueras está por la desobediencia al Constitucional para celebrar la consulta, mientras que Mas parece decantarse por las elecciones anticipadas como alternativa a la consulta.
Su idea además, y así se la dejó caer al dirigente republicano, es ir juntos a las plebiscitarias. Una coalición de Convergencia y Esquerra, de la que Unió quedaría fuera y que llevara en su programa un sí explícito a la independencia, podría contar con el apoyo de la ANC . «No he llegado hasta aquí para dar un paso atrás. Quiero acabar el proceso bien, que la gente pueda votar la pregunta que hemos acordado», dijo. Mas insistió en que la consulta se ha de hacer bien y con garantías para que la respuesta sea «entendida por todo el mundo» y el «resultado sea incuestionable» en Madrid y Bruselas. «La única preocupación es la respuesta», remató el presidente.
Otras mayorías
El líder de Esquerra replicó que no le dan miedo unas elecciones anticipadas, a pesar de que a corto plazo podría verse en el brete de tener que negociar los recortes presupuestarios con Cristóbal Montoro. Junqueras no dudó en presumir de que las encuestas le dan como ganador y fue muy crítico con los soberanistas de CiU, que descartan la consulta en caso de que sea suspendida. «Todos los que firmamos el acuerdo de la consulta sabíamos que el Gobierno español no aplaudiría que podamos votar, y sabíamos que probablemente el Tribunal Constitucional no nos lo regalaría. Lo sabíamos. Y si no lo sabían no merecen la confianza de los ciudadanos», recriminó.
En el cruce de reproches, Mas incluso se permitió el lujo de advertir al republicano de que si deja de dar su apoyo al Gobierno catalán, existen otras mayorías posibles en la Cámara catalana.
Entre otras las del PSC. Los socialistas, que el viernes votarán a favor de la ley de consultas, pusieron el dedo en la llaga de las grietas que empiezan a aflorar en el bloque soberanista y ofrecieron a Mas un pacto de gobernabilidad. En cuanto el fracaso de la consulta sea un hecho, según su líder, Miquel Iceta, el presidente de la Generalitat podrá contar con el PSC como alternativa a Esquerra Republicana para agotar la legislatura en 2016 y evitar las elecciones anticipadas. El presidente de la Generalitat se limitó a tomar nota sin compromterse a nada.