Los euroescépticos pisan fuerte en Alemania
Las elecciones en los estados de Turingia y Brandeburgo auguran el éxito de Alternativa para Alemania ante el declive del Partido Liberal
BERLÍN.Actualizado:Aunque el resto de las formaciones políticas les rehúyen y juran que jamás se aliarán con ellos, los euroescépticos de la Alternativa para Alemania (AfD) volverán a ser hoy los protagonistas de las elecciones legislativas en los estados federados de Brandeburgo y Turingia, pese a ser un partido menor. Tras entrar hace dos semanas por primera vez en una cámara regional al conseguir casi un 10% de votos en Sajonia, nadie duda de que repetirán el éxito y accederán a los parlamentos de Potsdam y Erfurt con no menos de un 8%, arrastrando el voto de otras formaciones. Sobre todo del histórico y agonizante Partido Liberal Alemán (FDP), que ve menguar sus sufragios mientras crecen los de la formación creada hace año y medio por un políticos y empresarios nostálgicos del marco alemán y contrarios a ceder competencias a Bruselas.
Los sondeos coinciden en augurar para AfD y FDP en Brandeburgo y Turingia resultados similares a los de las recientes legislativas en Sajonia. Los euroescépticos obtuvieron un 9,7 % de votos y 14 diputados, mientras los liberales quedaron fuera de la cámara y perdieron sus últimos ministros en un gabinete regional, donde gobernaban como socios menores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller federal, Angela Merkel. Así, la Alternativa para Alemania, que en las pasadas elecciones europeas logró sus primeros parlamentarios en Estrasburgo, continuará afianzándose hoy, mientras los liberales seguirán hundiéndose en el fango de la impopularidad.
Por lo demás, no habrá grandes sorpresas. En los comicios de Brandeburgo, gobernado por una coalición roji-roja de socialdemócratas (SPD) y La Izquierda, se estima que los primeros vuelvan a ser la fuerza mas votada, el 33% de los votos. Sí cambia el aspirante al segundo lugar, que en los comicios anteriores fue La Izquierda con mas del 27%, aunque ahora no se le atribuye mas de un 21%, y será seguramente la CDU, que sube de un 20% a un 25%. La oposición verde entrará de nuevo en la cámara con un 6%. Así las cosas, queda de nuevo en manos de los socialdemócratas y su líder y primer ministro, Dietmar Woidke, elegir socio de coalición. Podrá optar por la continuidad y seguir gobernando con La Izquierda, fusión de postcomunistas germano orientales y disidentes del ala izquierda del SPD, o imitar a la inversa el modelo de la vecina Berlín y buscar una alianza con la CDU de Merkel, que en Potsdam haría el papel de socio menor.
En cambio, en Turingia es seguro el triunfo de los conservadores de la canciller federal, que gobiernan ininterrumpidamente desde la reunificación hace 24 años. Los sondeos atribuyen a la CDU y su líder y primera ministra, Christine Lieberknecht, un 36% de votos, cinco puntos mas que hace cinco años. Ahora gobierna en coalición con el SPD, al que le auguran un 16% de votos, dos puntos menos. Su gran rival es La Izquierda, que sumaría un 26% de sufragios (-1,4%), y cuyo presidente, Bodo Ramelow, quiere acabar con la hegemonía conservadora en ese estado. Ramelow lleva toda la campaña dorando la píldora al SPD y Los Verdes, que sumarían un 6% de votos, para crear una inédita coalición roji-rojo-verde y convertirse en el primer dirigente de La Izquierda que es jefe de gobierno regional.
Esa alternativa espanta a la propia Merkel, que ayer se sumó a la campaña de su partido y advirtió a socialdemócratas y verdes de la posibilidad de «ayudar a que Carlos Marx entre en la cancillería» de Turingia. La jefa del gobierno dijo que el SPD «traicionaría su enorme y orgullosa historia a nivel federal» y recordó a los verdes su procedencia en el este de Alemania de formaciones como el Nuevo Foro o Democracia Ahora que integraron a la disidencia que hizo caer el muro de Berlín.