Muere Ian Paisley, responsable de la guerra y la paz de Ulster
El histórico líder unionista deja una herencia política sin la que sería imposible entender casi cuatro décadas de conflicto en Irlanda del Norte
EDIMBURGO.Actualizado:El 9 de abril de 1998, Ian Paisley y sus seguidores penetraron el leve servicio de seguridad en torno al Palacio de Stormont, en Belfast, donde los principales partidos, salvo el suyo, negociaban lo que al día siguiente sería conocido como el Acuerdo de Belfast o el Acuerdo de Viernes Santo. Entró en la cabina portátil donde los dirigentes políticos explicaban a la prensa cómo iban las negociaciones en los recesos de sus reuniones. Paisley y sus asociados del Partido Democrático Unionista (DUP) se habían retirado de la mesa que negociaba un nuevo acuerdo constitucional en el verano de 1997, cuando el nuevo Gobierno de Tony Blair anunció que, tras una negociación con Gerry Adams y la restauración del cese el fuego del IRA, el Sinn Féin sería aceptado en la mesa. Volvía ahora, en la última noche, para denunciar perversas traiciones y pronosticar colosales fracasos.
Un periodista extranjero le preguntó entonces en qué dirección llevaría él a Irlanda del Norte cuando llegara el colapso que vaticinaba. Los periodistas locales que seguían el conflicto norirlandés estallaron en carcajadas. Sólo a un ingenuo extranjero podía ocurrírsele que Paisley fuera un día a tener en sus manos el destino de la región. Cuando las risas amainaron, respondió que él la guiaría en la dirección de Escocia, que estaba entonces creando su autonomía.
Las razones por las que el DUP y el propio Paisley se hicieron cargo de la gobernación de una Irlanda del Norte con autonomía, diez años después, son analizadas hoy en estudios académicos y debatidas con desesperación por los moderados norirlandeses, que vieron cómo las dos fuerzas más responsables de generar y prolongar el conflicto violento más sangriento en la Europa Occidental del final del siglo XX se convirtieron en las más votadas y acordaron compartir el Ejecutivo.
Ian Kyle Paisley nació hace 88 años en Armagh, cerca de la frontera de las dos Irlandas, pero creció y extendió su base política en Ballymena, por donde fue diputado en Westminster, en Estrasburgo y en Belfast. Su padre era un predicador baptista independiente que formó parte de las milicias unionistas en la gran crisis británico-irlandesa en 1920. El hijo vivió una revelación en la que confirmó su deseo de seguir la misma senda y de convertirse en azote del Anticristo en Roma y del republicanismo en Irlanda.
Bochornoso incidente
El IRA era una fuerza declinante cuando Paisley ganó notoriedad en los primeros años sesenta. El sistema norirlandés, sesgado en favor de los protestantes desde la partición de la isla, se quebraba. Movimientos católicos y laicos en favor de la igualdad de derechos mostraban su pujanza. Gobiernos del Partido Unionista de Ulster (UUP), que lo habían mantenido desde la creación de la provincia, iniciaban reformas.
Paisley, que había ya protagonizado un bochornoso incidente por la conversión de una católica menor de edad, a la que prácticamente secuestró y organizó después una marcha contra el Ayuntamiento de Belfast porque había arriado la bandera británica a media asta por la muerte del papa Juan XXIII, alentó con arengas a proletarios unionistas en Shankill Road, en un incidente que terminó con ataques a comercios de católicos.
La quiebra parcial del Estado y la emergencia de grupos paramilitares llevó a Paisley a la formación de sucesivas fuerzas uniformadas, embriones fallidos de grupos terroristas. Había penetrado con su partido en el territorio electoral del UUP y ahí permanecería, con frecuentes pactos de no competencia entre ambos partidos para evitar la elección de nacionalistas irlandeses. Mientras tanto, creó y extendió su propia Iglesia, la Libre Presbiteriana, con él como perpetuo líder.
Si el Sinn Fein quería seguir disfrutando de los beneficios de gobernar, el IRA debía desarmarse y disolverse. Y cuando lo hizo Paisley pudo declarar su triunfo y sancionar la entrada de su partido en el Gobierno compartido. Él y uno de los grandes generales del IRA, Martin McGuinness, lo lideraron con tan alegre entendimiento que la gente local los bautizó con sarcasmo como 'The Chuckle Brothers', los hermanos de la risa. Paisley se retiró de la primera fila en 2008. Él y su mujer fueron ascendidos a la Cámara de los Lores. Su hijo le sucedió como diputado. Tras su fallecimiento, ayer, las valoraciones elogiosas se sucedieron como muestras de respeto a los difuntos. Pero también reverbera hasta hoy el reproche que miembros del Partido Unionista Popular, exmilitantes de la paramilitar Fuerza Voluntaria de Ulster, que negociaban en Stormont aquella noche de 1998.