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Aurelie Filippetti y Arnaud Montebourg, en junio. :: K. T. / AFP
MUNDO

El idilio de los ministros purgados

Arnaud Montebourg y Aurélie Filippetti viven su amor en California tras salir del Gobierno por criticar a Hollande

FERNANDO ITURRIBARRÍA CORRESPONSAL
PARÍS.Actualizado:

La actualidad del socialismo gobernante en Francia continúa por los derroteros de la novela sentimental en el arranque del nuevo curso político. Tras el libro vengativo de la ex primera dama Valérie Tierweiler contra François Hollande ocho meses después de verse repudiada por el presidente galo, otro romance añade un capítulo sorprendente a la vida en rosa de la izquierda en el poder. Arnaud Montebourg y Aurélie Filippetti, ministros recién purgados del Gobierno por sus críticas a la política de austeridad, protagonizan un idilio que arroja nueva luz sobre las razones ocultas de la última crisis del gabinete encabezado por Manuel Valls.

Con el titular 'Love story en San Francisco', la revista Paris Match publica hoy en portada del número de esta semana una fotografía de Montebourg y Filippetti preparados para hacerse un selfie juntos de vacaciones en California. «Por una vez solidarios no rima con solitarios», ironiza la información al recordar que «hace apenas veinte días estaban, de corazón, en el centro de la tormenta». Entonces, el 25 de agosto, sorprendió que Filippetti renunciara a la cartera de Cultura en solidaridad con la dimisión de Montebourg como ministro de Industria tras sus duras críticas a la política económica de Hollande y Valls.

El reajuste gubernamental, que también costó el puesto al titular de Educación, Benoît Hamon, purgó a las figuras disidentes con los ajustes y los recortes situadas en el ala más a la izquierda del Consejo de Ministros. «¿Tendríamos que disculparnos por ser de izquierdas?», se preguntó Filippetti en una carta abierta de dimisión dirigida a Hollande. «Hay que saber salir del escenario cuando no se sabe hacer teatro por más tiempo», declaró por su parte Montebourg al dar el relevo a su sucesor, el antiguo banquero y símbolo del liberalismo social Emmanuel Macron.

Filippetti y Montebourg forjaron su complicidad política al respaldar la candidatura al Elíseo de Ségolène Royal en 2007. Entonces el que era portavoz de la aspirante fue suspendido de militancia por declarar que «Ségolène Royal no tiene más que un defecto que es su compañero». Es decir Hollande, padre de los cuatro hijos de la candidata, a la sazón secretario general del Partido Socialista y ya amante en secreto de Trierweiler.

Tras convivir con la periodista Audrey Pulvar, Montebourg mantuvo el pasado invierno un idilio con la actriz Elsa Zylberstein según revelaciones de la prensa del corazón contra las que el entonces ministro se querelló por intromisión en su intimidad.

Por su parte, Filippetti compartía su vida desde 2012 con Frédéric de Saint-Sernin, antiguo secretario de Estado en un Gobierno del conservador Jacques Chirac. Antes fue pareja del economista Thomas Piketty al que denunció en febrero de 2009 por violencias conyugales. Nueve meses más tarde retiró la denuncia contra el autor de 'El capital en el siglo XXI' quien tuvo que prestar declaración en comisaria.