Obama conmemora el aniversario del 11-S con una nueva guerra en el horizonte
Actualizado:El presidente estadounidense, Barack Obama, ha rendido homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de hace trece años y ha destacado el fin inminente de la guerra de Afganistán, pero con una nueva intervención militar a las puertas.
En un discurso frente al Pentágono, uno de los escenarios de los atentados, el presidente no ha pasado por alto que, además de los más de 3.000 muertos de aquellos hechos urdidos por Al-Qaida con cuatro aviones de pasajeros, en las guerras derivadas de aquella tragedia han muerto más de 6.800 estadounidenses. "Durante más de una década de guerra, la generación del 11-S ha respondido a la llamada de su país y dentro de tres meses nuestra misión de combate en Afganistán -que comenzó un mes después de los atentados- llegará a su fin", ha destacado Obama.
Pese a haber insistido durante su mandato en que EE UU no puede verse permanentemente involucrado en guerras en Oriente Medio, el presidente se dirigió ayer al pueblo estadounidense en horario de máxima audiencia de televisión para explicar por qué deben ampliar las intervenciones militares de nuevo en la región. Tras haber debilitado a Al-Qaida y matado al líder de los atentados del 11-S, el saudí Osama bin Laden, Obama ha explicado que el radicalismo islámico de nuevo es una amenaza, esta vez por los avances de los yihadistas del Estado Islámico (EI) en la guerra civil siria y en Irak.
Victoria sobre el odio y el miedo a la violencia
Pero hoy Obama ha pasado por alto esa nueva crisis, que podría arrastrar a EE UU a un largo y complejo conflicto, y ha centrado su discurso en la victoria del pueblo estadounidense sobre el odio y el miedo de la violencia terrorista trece años después.
"Buscaban quebrar nuestro espíritu y hacer ver al mundo que su poder para destruir era mayor que nuestro poder para perseverar y construir, pero vosotros (los supervivientes y los familiares de las víctimas) demostrasteis que estaban equivocados", ha asegurado el presidente frente a una gigantesca bandera estadounidense en la fachada del Pentágono. "Trece años después de que mentes llenas de odio conspiraran para quebrarnos, Estados Unidos se mantiene erguido y orgulloso y se sigue guiando por los valores que nos sostienen", ha agregado. "Las generaciones venideras -ha continuado- seguirán llenando parques, estadios y ciudades (...) Sin importar los desafíos EE UU seguirá siendo siempre EE UU", ha aseverado el mandatario.
Banderas a media asta
Washington ha recordado hoy con solemnidad y banderas a media asta unos atentados que sumieron a la ciudad en la conmoción y envolvieron en llamas y humo al Pentágono, el símbolo del poderío militar estadounidense, donde murieron 125 empleados y 59 pasajeros y tripulantes del vuelo 77 de American Airlines.
El presidente y la primera dama, Michelle Obama, iniciaron la jornada con un momento de silencio en los jardines de la Casa Blanca a las 08.46 de la mañana, momento en que comenzaron los ataques terroristas del 11-S con el primer avión que se estrelló contra las Torres Gemelas de Nueva York. Obama ha afirmado que "Estados Unidos no se rinde al miedo" del terrorismo y ha celebra do el espíritu de superación y la entereza de los supervivientes del 11-S como "la mejor muestra de rechazo al odio de aquellos que nos atacaron en una soleada mañana azul".
En la misma ceremonia de homenaje del Pentágono, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, ha destacado que "vivimos en una época de muchos desafíos complicados, pero Estados Unidos siempre se han enfrentado a ellos y ha respondido como una nación unida por un propósito".
En los últimos trece años el 11 de septiembre se ha convertido en un día de homenaje y espíritu patriótico, así como un momento para la reflexión sobre unos atentados que cambiaron el rumbo de la historia y motivaron la creación en EE UU de un entramado militar y de seguridad sin precedentes.