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Economia

Los bancos quieren gestionar de forma directa el fondo de rescate de empresas

Buscan mayor capacidad de maniobra y agilidad en las decisiones sobre las sociedades del Proyecto Fénix

A. ESTRADA
MADRID.Actualizado:

Los seis grandes bancos que promueven el Proyecto Fénix, una especie de fondo o banco malo para rescatar empresas en riesgo porque no pueden hacer frente a su alto endeudamiento pero cuyo negocio podría ser viable, quieren gestionar directamente dicho fondo porque les dará mayor capacidad de maniobra y dejar a N+1 y McKinsey como asesores.

Santander, BBVA, Bankia, Caixabank, Popular y Sabadell -el G6- capitalizarán la deuda de las empresas que entren en el Proyecto Fénix, es decir, convertirán esa deuda en acciones que llevarán al fondo. Será el fondo el que tenga la participación en cada empresa y los bancos, a su vez, tendrán participación en el fondo. Con la capitalización de la deuda empresarial, el control y la propiedad de la sociedad pasa a los bancos a través del fondo, cuyo principal mandato será el de desinvertir cuando sea viable.

Los integrantes del G6 quieren que este proyecto -impulsado por el Ministerio de Economía- les permita liberar provisiones para llevarlas a recursos propios y aumentar así su propio nivel de capitalización. Eso significa que las quitas que está dispuesta a aceptar la banca quedarán por debajo de lo provisionado. Los bancos han acabado poniendo pies en pared a la pretensión de Economía de que se perdonara el máximo posible para facilitar la supervivencia empresarial. Las empresas seleccionadas para entrar en el proyecto Fénix son Ros Casares, sociedad dedicada a la comercialización de productos siderúrgicos cuya deuda financiera asciende a cerca de 227 millones de euros; GAM, empresa de alquiler de maquinaria con casi 280 millones de euros de deuda; Condesa, también del sector industrial, fabrica tubos soldados y su deuda se eleva a 325 millones de euros; y Válvulas Arco, fabrica válvulas industriales y tiene una deuda inferior a los cien millones de euros. En total, la prueba piloto del banco malo de empresas se pretende hacer con cuatro empresas cuya deuda global no alcanza los mil millones de euros, según las cifras de la banca. No es extraño que la mayoría de las entidades financieras sigan siendo reticentes a la eficacia de este fondo. «Todos los días llegamos a acuerdos para refinanciar empresas, no necesitamos crear un fondo. Es más práctico negociar individualmente que con este proyecto de hospital de empresas», explican fuente financieras. La entidad más interesada en traspasar las participaciones industriales y reducir sus activos de riesgo es Bankia, obligada por el plan impuesto por Bruselas.