El interminable incendio del PSOE

Los socialistas gaditanos reinciden en el error. A pesar de que sus desencuentros internos le costaron la pérdida de la Alcaldía de la capital hace ya 20, regresan una y otra vez al espectáculo de los desencuentros internos sin reparar en que los votantes suelen penalizarlos, bastante más que otras taras tradicionales de los partidos políticos en España. Tanto tiempo después, cuatro candidatos después, el PSOE de Cádiz se mantiene dividido y enfrentado de forma bochornosa. Su última aspirante al bastón de mando, la última cabeza de cartel y portavoz municipal hasta hace meses mantiene su intención de presentarse a las primarias para repetir candidatura, en contra de su partido que la mantiene apartada, sin funciones pero con un acta de concejal en sus manos. Mientras termina el mandato, nada hace pensar que la situación vaya a regresar a la sensatez y a la cordura. La concejala socialista sigue teniendo encontronazos con la Junta, gobernada por su propio partido. El último episodio es que la Consejería de Educación acaba de exigirle una declaración de compatibilidad para poder ejercer como concejala a la vez que desempeña su trabajo como profesora. Asegura Meléndez que no recibe el mismo trato que otros compañeros a los que nunca se les reclamó tal requisito. Que siga el espectáculo. Además de la división, de la queja puede entenderse que el PSOE usa las administraciones públicas para dirimir sus cuitas orgánicas internas.