Mojitos
Actualizado:Ingenio en tiempo de crisis. Esta parece ser la receta de la supervivencia. La capacidad del ser humano de adaptarse mentalmente a las exigencias medioambientales ha sido durante milenios la clave de nuestro éxito evolutivo. Para muestra un botón.
Este fin de semana mis pies descalzos han pisado las arenas de Los Caños. Sobre ellas descubro una nueva variedad de oferta ambulante. Entre los típicos vendedores de dulces, camarones, ropa barata y gafas de sol, aparece quien pregona mojitos.
No estriba, no obstante, su originalidad en la bebida que brinda sino en el acierto de compaginar un día de playa con la necesidad de buscarse la vida. Llegado desde Jerez, como él mismo declara, instala en un lugar estratégico su campo base, una sombrilla rodeada de una sábana prendida con pinzas de madera para proteger a la mercancía de los rayos del sol. Mientras su familia disfruta con los baños y el bronceo, este hombre de mediana edad, enjuto, equipado así mismo con el correspondiente bañador y una camiseta ilustrada con la más que apropiada imagen de un esqueleto, desde primeras horas de la mañana tira descalzo de una carretilla sin dejar de vocear, mostrando al tiempo la única pieza dental que conserva en su boca, los productos que transportan sus neveras. Cerveza, agua y tinto de verano.
Como un Tántalo de las arenas recorre una y otra vez aquella concreta sección del litoral hasta que llega la hora del almuerzo. Se retira entonces a su vivac a fin de reponer fuerzas para la faena de la tarde. Así, a la hora de la siesta, ya ha recargado su carretilla con la gaseosa, las botellas de ron, el hielo picado y los táperes repletos de lima y yerbabuena.
Proclama con orgullosa simpatía que el mojito que él vende no es de garrafón. Lo demuestra elaborando el famoso cóctel cubano en presencia del cliente. Mezcla en un vaso de plástico la exacta proporción de cada uno de aquellos ingredientes y luego introduce en él un par de pajitas para su absorción, no sin antes sacarse de uno de los bolsillos del bañador el paquetito de azúcar que le da su característico sabor a la bebida.
Si la especie humana ha logrado sobrevivir frente a las más adversas condiciones ha sido gracias a su ingenio. En esta lucha cada uno aporta lo que puede. Si uno descubre la penicilina, otro hace mojitos.