La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, aclamada en un acto público en Buenos Aires. :: EFE
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El Senado de Argentina autoriza a pagar la deuda externa en Buenos Aires o París

Los plazos se abonan ahora en Nueva York, pero un juez los mantiene paralizados y el Gobierno de Cristina Fernández se propone trasladarlos

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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El Gobierno argentino logró ayer que el Senado apruebe un proyecto que permitirá al país pagar su deuda externa en Buenos Aires o en París y sortear así el bloqueo que la Justicia estadounidense mantiene en Nueva York sobre las cantidades depositadas en un banco de la ciudad para pagar a los acreedores con los que ya se llegó a un acuerdo, pero que un juez no deja tocar mientras no se resuelva la reclamación de los llamados 'fondos buitre', que se negaron a aceptar el trato.

Con 39 votos a favor, 27 en contra y dos abstenciones, la iniciativa, que deberá ser sometida ahora a la aprobación de la cámara baja, revoca el mandato otorgado al Banco Nueva York Mellon como agente fiduciario y designa para ese rol al estatal Nación Fideicomiso de Argentina. También se incorporó al texto una propuesta de la oposición de sumar a Francia como otro lugar de pago a los inversores del exterior y la sugerencia de crear una comisión parlamentaria que analice el origen y evolución de toda la deuda externa desde 1976.

Esos cambios que aceptó introducir el oficialismo en el texto no bastaron para que la oposición acompañe la iniciativa. El proyecto busca superar la controversia judicial que mantiene al país en impago de su deuda externa desde el 30 de julio.

El proyecto deberá ser analizado el miércoles por la cámara de diputados. El oficialismo espera contar con una mayoría para aprobarlo. Si lo logra, el próximo vencimiento por 200 millones de dólares (154,7 millones de euros) previsto para el 30 de setiembre podría ser ejecutado a través del nuevo circuito.

El juez de Nueva York Thomas Griesa había fallado a favor de la reclamación efectuada por una parte de los acreedores de Argentina, fondos de inversión que habían rechazado las propuestas de reestructuración de la deuda hechas por Buenos Aires en 2005 y 2010 para salir de la quiebra declarada tras la crisis de fines de 2001.

Esos canjes fueron aceptados por casi el 93% de los acreedores, que cobraban regularmente en Nueva York mediante el agente contratado para ese servicio. Pero hay otro 7% que no llegó a un acuerdo y tiene un conflicto con el país. Entre ellos hay un grupo cuya protesta obtuvo el respaldo de una sentencia judicial para reclamar a Angentina el pago de la totalidad de su deuda. Buenos Aires rechaza ese fallo con el argumento de que, si paga, debería ofrecer las mismas condiciones al resto de acreedores, que aceptaron cobrar con descuentos y plazos más largos de cancelación.

Posible desacato

Aceptar esa alternativa, sostiene el Gobierno de Cristina Fernández, haría fracasar toda la reestructuración de la deuda externa. Frente a ese escenario, el Gobierno busca también apoyo de la ONU a un proyecto para crear una convención multilateral que regule los impagos de deuda soberana.

Entretanto, Griesa mantiene la exigencia de que se pague a los acreedores que ganaron el juicio y ha citado a las partes para una nueva audiencia el 10 de septiembre. El magistrado, que con su sentencia forzó el incumplimiento de pagos de Argentina, amenaza ahora con declarar al país en desacato.