![](/cadiz/prensa/noticias/201409/05/fotos/9391780.jpg)
Sánchez acepta negociar la reforma electoral después de las municipales
El secretario general del PSOE modula su rechazo a la elección directa de alcaldes pero pide a Rajoy que deje su debate para más adelante
MADRID. Actualizado: GuardarLa negativa rotunda del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a negociar la reforma electoral que plantee el PP, para que sea el partido más votado el que gobierne en los ayuntamientos, se ha convertido en un 'quizás' de la noche a la mañana. El líder de los socialistas se mostró ayer dispuesto a estudiar la cuestión, planteada en el pasado por su propio partido, si la formación gubernamental la aparca hasta después de los comicios locales de mayo próximo. El gesto demostraría, a su juicio, que Mariano Rajoy no busca el mero ventajismo partidista de cara a una contienda que se prevé complicada.
«El 26 de mayo estaré dispuesto a abrir ese periodo de reflexión de diálogo y de negociación para modificar lo que haya que modificar en la ley electoral, pero una vez pasadas las elecciones», insistió Sánchez en la Cadena Ser. Es una posición más moderada que la que había mantenido hasta ahora. Tras su primer encuentro con el presidente del Gobierno en la Moncloa, a finales de julio, el máximo dirigente socialista llegó a decir que se opondría a la elección directa de alcaldes ahora «y en el futuro» y el miembro de su ejecutiva y vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Abel Caballero, ratificó en agosto que no hablarían del asunto «ni ahora ni nunca».
El hoy principal partido de la oposición llevó, sin embargo, en su programa electoral de 2004 una propuesta similar a la que, supuestamente, podría poner encima de la mesa el Gobierno en las reuniones sobre «regeneración democrática» que, a partir del lunes, celebrará con los portavoces parlamentarios: «La elección directa de los alcaldes, en votación diferente pero simultánea a la de los concejales, en un sistema de doble vuelta que refuerce la gobernabilidad de los ayuntamientos y en el que se reconozca el derecho de sufragio a todos los que residan legalmente en España». Aunque José Luis Rodríguez Zapatero acabó renunciando a ello.
Sin vetos
El PSOE retomó después la idea en la Conferencia Política de 2013, aunque de forma más vaga. «Sería conveniente estudiar cambios en el sistema para una relación más directa de los electores con la elección del alcalde o la alcaldesa incluyendo reformas electorales en tal dirección», estableció. El Ejecutivo, que tampoco ha sido más concreto, recuerda a menudo estas posiciones. Y, de momento, no parece dispuesto a postergar la reforma.
Es más, este lunes la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría alegó que no es lógico poner vetos «antes de escuchar» y menos cuando se habla de «mejorar» la calidad de la democracia.