«El microondas no es el enemigo»
Inés Ortega invita a novatos e inexpertos a iniciarse en la cocina con 114 recetas «fáciles, claras, ricas y saludables»
MADRID.Actualizado:Tras cuarenta libros de cocina, sigue a caballo entre los fogones y la pluma. Inés Ortega Klein aprendió de su madre, Simone Ortega, muchos de los saberes y secretos culinarios que ahora traslada a novatos e inexpertos en 'Bienvenidos a la cocina' (Siruela). Lamenta que en España, cabeza de la gastronomía mundial y cuna de la dieta mediterránea, «no se enseñe en la escuela a alimentarse bien y a cocinar con sensatez». Para lograrlo «no hace falta el laboratorio de Ferrán Adrià. Basta con buena disposición, algo de tiempo y aprovechar bien los recursos».
Entre ellos el demonizado microondas, «que lejos de ser el enemigo, puede ser un gran aliado, un buen amigo; una herramienta útil para cocinar rápido y alimentarse bien». La sencillez es la marca de esta 'recetóloga' para quien «cocina y rápida no son palabras contradictorias».
Admira a Adrià y reconoce la altura de «un genio único y revolucionario». No así a su batallón de émulos, «que dejan mucho que desear y cometen tropelías en nombre de la innovación». «Como en los teleconcursos de cocina, donde prima el espectáculo y se satura al espectador en vez de formarlo», lamenta Ortega, que respeta «la cocina bien hecha, sea tradicional o de vanguardia».
«Cocinar y comer bien es invertir en salud y ahorrar dinero al sistema sanitario», dice la autora de 114 recetas «fáciles, claras, saludables y ricas, al alcance de cualquiera y desde cero». Del huevo duro al buey a la Strogonoff, de la ensalada de garbanzos a la 'saltimbocca' a la romana, «casi todas están ajustadas de precio y se elaboran en menos de treinta minutos», según la curtida autora de títulos como 'Cocina fácil para Dummies', 'Cocina con plantas silvestres', 'El libro de los postres' o 'La vía láctea'.
Ha probado cada una de las míticas '1.080 recetas de cocina' legendario recetario de su madre. Es aún un referente, con casi cuatro millones de copias vendidas desde su publicación en 1972 «sin invertir un céntimo en publicidad», y adaptado a la era digital. Además de empaparse de sus habilidades culinarias, aprendió de su madre a divulgar de modo ameno y fácil unas recetas que esta catedrática de instituto y nieta de José Ortega y Gasset enriquece con «curiosidades y microlecciones sobre química, nutrición, historia o civismo». «La emulsión del suflé es química, como es historia saber que los españolísimos churros vienen de China o civismo reciclar con fórmulas como la del metro de Pekín, donde se paga un billete con 15 botellas de plástico», apunta.
«Nos preocupa que nuestros hijos vayan bien en matemáticas y lengua, pero nos das igual que no sepan alimentarse; ahí fallamos», lamenta la 'profe', que enseña las virtudes de pescados, legumbres y verduras en un dieta equilibrada: «La cocina es siempre diversión».