Mente y salud
Actualizado: GuardarVivimos pensando que la responsabilidad de nuestros desarreglos recae en el profesional sanitario, y apenas podemos concebir que sea nuestra forma de vivir la causa principal de enfermedad. Albergamos la creencia de que el cuerpo es el que desarrolla la enfermedad, sin darnos cuenta de que nuestra forma de pensar y sentir es la causa de las distintas patologías. Vistas así las cosas, la enfermedad es un desorden de nuestra manera de pensar o sentir, que afecta secundariamente al cuerpo. El modelo de gestión de la salud tiene que tener en cuenta este aspecto si quiere superar la dependencia brutal que el sistema sanitario tiene del mundo del medicamento. No servirán de mucho las medidas que se están tomando para frenar el incremento del gasto sanitario mientras sigamos observando la salud como una cuestión de suerte y no como una responsabilidad personal y social. La salud no depende tanto de las medidas externas -aunque nos puedan ayudar en el camino-, sino de vivir en coherencia con nuestro interior.