La Junta exige al alcalde de Valladolid que pida perdón

José Antonio de Santiago-Juárez, el portavoz de la Junta de Castilla y León, preguntado hace una semana por el destino electoral del alcalde de Valladolid, el popular Francisco Javier León de la Riva, contestó entusiasta: «Ha sido el mejor alcalde de los últimos cien años en Valladolid, será también el mejor candidato». Cuando De Santiago-Juárez soltó la alabanza pública faltaban unas horas para que el primer edil realizase las polémicas declaraciones en las que frivolizó con el peligro que corrían los hombres en los ascensores de sufrir falsas denuncias de violación. De hecho, nada más enterarse, en conversación privada, retiró lo dicho y añadió airado: «Javier León debería solicitar su comparecencia ante la Junta Directiva Provincial del PP para presentar sus disculpas ante el partido, con posterior debate». Tan inusual como textual.

Esta vez el enfado con De la Riva, tanto en la Junta como en el partido, es monumental. El PP se enfrenta después de mucho tiempo a unas elecciones locales con un incierto desarrollo. Renovar las mayorías absolutas no será nada fácil y la alcaldía de la capital comienza a ser una patata caliente. La situación no está para bromas ni errores de brocha gorda. Seguramente por ello, el portavoz de la Junta, tras los polémicos comentarios, también pidió otra cosa a De la Riva: «Abrir el próximo pleno del Ayuntamiento solicitando perdón, sin ambages, de forma que sus disculpas se formalicen también ante la institución que representa a la ciudad de Valladolid y a todos sus habitantes». Es lo mínimo que espera de un alcalde que fue 'trending topic' mundial por su desmesura, ciudad para la que aspira que, en alguna ocasión, esté en boca de todos gracias a De la Riva, pero por algo «positivo».

Lo del sujetador en el ascensor ha sido lo último y más sonado, pero lo que alarma de verdad en el PP es el juicio para responder de un delito de desobediencia al que se enfrenta un mes antes de las elecciones, con una petición de 15 meses de inhabilitación. Preocupa el proceso y que el regidor se defienda apelando a que no se le acusa por meter la mano en el cajón sino «solo» por no cumplir una sentencia.

El portavoz autonómico también censura que el alcalde no aceptara preguntas de la prensa cuando se explicó tres días después. Pocos ríen ya las gracias a Javier León y él asegura que tendrá mayor contención. Sin embargo, en su comparecencia de descargo, el alcalde reflexionó sobre el curioso hecho de que la anterior polémica, la de «los morritos» de Leire Pajín, fuera creada por la misma emisora de radio.