El 'pijama de rayas' es español
Zara retira del mercado una prenda infantil por su parecido con los uniformes judíos en el genocidio nazi
Actualizado: GuardarLa máxima de todo buen publicista es una frase robada a Óscar Wilde: «Que hablen mal de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen». Con esta cita como premisa, son muchas las marcas que hacen de la polémica la mejor de las herramientas para dar a conocer sus productos. Pero incluso en el provocativo mundo publicitario hay líneas rojas que nadie quiere cruzar. Que se lo digan si no al acaudalado Amancio Ortega, gurú de la industria textil, que ha visto esta misma semana cómo uno de los diseñadores de Zara desataba las iras de las víctimas del genocidio judío.
La culpa de la polémica la tiene el diseño de un pijama infantil -en apariencia inofensivo- en el que muchos han visto un preocupante parecido con el uniforme que los judíos estaban obligados a vestir en los campos de concentración. En efecto, el estampado a rayas azules y blancas recuerda al atuendo que popularizó la adaptación al cine de 'El niño del pijama de rayas', aunque en este caso las franjas fueran verticales. Pero lo que de verdad ha encendido los ánimos no ha sido la estrella de seis puntas bordada en la zona izquierda del pecho. Según los diseñadores, es una inocente alusión a la placa que portan los sheriff en los 'western'. Según la comunidad israelí, en cambio, un símbolo idéntico a la 'insignia amarilla', distintivo que los judíos debían llevar para identificarse ante los nazis.
Fue el diario israelí 'Haaretz' el primero en poner el grito en el cielo, y el que inició una avalancha de reclamaciones que ha obligado a la marca española a disculparse públicamente y retirar el producto de su 'stock'. «En la estrella se puede apreciar que está inscrita la palabra sheriff. Con todo, podemos entender la sensibilidad, la asociación y connotación creadas», se podía leer en su página.
Alguno podría pensar que, a pesar del relativo parecido, la polémica está injustificada, pero lo cierto es que los recelos de la comunidad judía hacia Zara comenzaron hace varios años. En 2007, una británica devolvió un bolso de la firma al encontrar entre sus adornos varias esvásticas. Inditex explicó que el símbolo no aparecía en el diseño original y había sido añadido por un proveedor externo de la India, donde la figura tiene un significado religioso. Pocos meses antes, la firma protagonizó otra polémica al mezclar algodón y lino en una misma prenda, lo que está terminantemente prohibido por el judaísmo, al ser considerado un «híbrido» contra natura. La firma de Amancio Ortega pidió disculpas y retiró sus productos del mercado en ambas ocasiones. Y es que hay mucho dinero en juego. No en vano Zara es la principal cadena de ropa en el país, con un volumen de ventas de 260 millones de euros anuales.