Salmond mete el miedo en el cuerpo a los unionistas
El líder nacionalista triunfa en el segundo debate sobre el referéndum escocés ante un Darling poco convincente
LONDRES.Actualizado:Alex Salmond triunfó en el segundo debate de la campaña escocesa. Aún no se sabe si su victoria tendrá alguna repercusión en el voto. Pero el 71% de una muestra de 500 espectadores le dieron la victoria. El 29% a su rival, Alistair Darling. «El impulso está con el 'sí'», dijo ayer el líder independentista. «No crean que la campaña nacionalista de Salmond está muerta hasta que vean su cadáver», decía el 'Daily Telegraph'.
Es posible que Salmond pueda achacar la victoria en el combate retórico a que prestase menos atención a los asesores de imagen, que le recomendaban que suavizase un rasgo de su personalidad, la arrogancia. En el primer debate, hace veinte días, el ministro principal estuvo defensivo y con aire de calmado estadista mientras su rival, Darling, sorprendía con un brío en él desconocido.
En la noche del lunes reapareció el Salmond rápido de mente y agresivo en sus maneras, pero no se puede asociar su victoria sólo a un cambio de estilo. Esta vez había preparado una respuesta más convincente al insistente reproche de Darling, el 5 de agosto, porque no tiene un plan B sobre la moneda, una vez que los partidos británicos no quieren compartir la libra con una Escocia independiente.
Salmond explicó con más claridad que él busca con la victoria un mandato de los votantes para negociar con Londres sobre la base de un programa que dice que la mejor opción es compartir la libra esterlina. Y recordó que su comisión asesora ha ofrecido cuatro alternativas: el euro, que él descarta, el uso de la libra aun sin participar en su gobernación, una moneda independiente con flotación libre o de paridad fija, 1:1, con la libra esterlina. «He explicado las opciones para señalar que podríamos hacer otras cosas», añadió. «Pero yo iré como primer ministro para argumentar qué es lo mejor para la gente de Escocia, porque, si voy con la segunda mejor opción, eso es lo que tendremos». Darling insistió: «No tiene plan B». Salmond atacó: «¡Sólo tiene un truco!» Y luego dijo que si gana el 'sí' y llega la hora de negociar invitará a Darling a formar parte del equipo negociador en nombre de Escocia.
Los independentistas en la audiencia eran el lunes más bulliciosos. Una mujer mayor acusó a Darling de iniciar la privatización de la sanidad pública que ahora, según los laboristas en Londres, implementa el Gobierno de coalición entre conservadores y liberal-demócratas. «Espero que cuando acude a cenas con empresas privadas de sanidad sienta a Aneurin Bevan en su hombro», le dijo.
Dos estilos
Bevan fue el ministro de Sanidad en el Gobierno laborista tras la Segunda Guerra Mundial que extendió la sanidad pública universal y la seguridad social. Salmond estaba en el territorio que quiere ocupar. «Estáis en la cama con los 'tories'», acusó a Darling, coaligado con los conservadores escoceses en el 'no'. La independencia debe obtener el favor de gente de tradición laborista para ganar. A falta de tres semanas, los laboristas escoceses sacaban una diferencia similar a la que ahora tiene el 'no', 14 puntos porcentuales, en las últimas elecciones autonómicas y Salmond obtuvo una mayoría absoluta en el Parlamento de Edimburgo. Darling y Gordon Brown, antes íntimos amigos, enemistados después, comparecerán por primera vez juntos hoy desde su enfado.
El primer ministro, David Cameron, no vio el debate en directo, sólo un resumen. Está de vacaciones en Cornualles. La BBC emitió esta vez el debate a todo el país, pero al líder conservador no le tentó ver la contienda, que tuvo varios pasajes de discusión acalorada. Cameron viaja a Escocia mañana. La campaña entra en la recta final.