Cazadores del instante decisivo
Un fotógrafo ofrece seis rutas en las que conocer los encantos de La Janda y a la vez descubrir los entresijos de la fotografía
CHICLANA. Actualizado: GuardarNo hay mejor aprendizaje que el que da la propia práctica y la fotografía no es una excepción. No hay mejor forma de captar lo que Henri Cartier-Bresson bien llamó como «instante decisivo» que enfrentarse a ese momento cámara al ristre y con la guía de un buen tutor. La clase mejora exponencialmente si encima la belleza de lo que pretendes inmortalizar se extiende ante tus ojos y también te interpela al resto de sentidos. Porque aprender a fotografiar el Palomar de la Breña, el faro de Trafalgar o las bellas calas de Roche es mucho más que aprender, también es disfrutar. De ahí esta iniciativa puesta en marcha desde el pasado invierno por el fotógrafo conileño José Aniés. «La iniciativa surgió a través de los cursos que hago cuando se me ocurrió que podría ser interesante hacer rutas teórico-prácticas de fotografías donde aprender en la localización mientras pasamos una tarde placentera», reconoce el fotógrafo.
En la actualidad, son seis las rutas disponibles que incluyen Conil-Vejer, Conil-Faro de Trafalgar, Los Caños-Faro de Trafalgar, Barbate-Los Caños, Acantilados de Roche y Vejer-Palomar de la Breña. El precio de cada ruta depende de su duración, ya que hay algunas que son sólo durante parte del día y otras que ocupan toda una jornada. Los recorridos no son nuevos, sino tomados de las guías de rutas y senderos de la Junta de Andalucía. Bien distinto es hacerlas pendiente de la magia que envuelve al entorno. «Todas tienen algo en común: la excepcional luz de la costa gaditana, todas ellas terminan con el atardecer y con esa media hora mágica en la que la luz es excepcional para tomar fotografías», explica Aniés.
De momento, tal y como subraya el artista, la experiencia no puede ser más satisfactoria: «Pasamos una tarde muy entretenida, se aprende y practica fotografía en buen ambiente y se resuelven todo tipo de dudas. Y al final como recompensa acabamos tomando algo en un lugar de destino como despedida y fin de la ruta». Todo ello para unos participantes que, como perfil, son hombres y mujeres «de 35 años en adelante con inquietudes fotográficas y con un nivel básico de conocimientos».
En cualquier caso, los grupos de cinco o seis alumnos buscan que «todos los participantes tengan una enseñanza individual y acorde a su nivel fotográfico, aunque todo se hace conjuntamente». Como reconoce el fotógrafo, «el nivel es básico, todos aprenden a utilizar la cámara en modo manual y los entresijos de sus respectivas cámaras». Y así se van pasando las horas en unas rutas que normalmente se realizan martes, jueves y sábados (dependiendo de la ruta que se trate le corresponde un día). Tiempo en el que aprender y disfrutar. De hecho, Aniés recomienda a sus alumnos que lleven bañador. «Creo que el mayor valor de aprendizaje está en el concepto original que es hacer una bonita ruta junto a un fotógrafo profesional que te va a ayudar en todo momento en el que te puedes fijar para aprender», matiza Aniés. Como para animarse, ¿no?