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OPA al espacio
Gran Canaria se prepara para ser centro de operaciones de una de las empresas que pondrá ingenios en órbita y llevará turistas al espacio Los viajes son la última moda de los empresarios más aventureros
Actualizado: GuardarHace 45 años la NASA consiguió poner un hombre en la luna. Adelantaba así a la Unión Soviética y mostraba su músculo tecnológico al mundo entero. Hoy en día la carrera espacial se ha privatizado. Ya no depende de los presupuestos de los gobiernos, que hacen lo que pueden para mantener sus programas. Son los empresarios los que se han lanzado a la conquista del espacio y su primer paso son los turistas espaciales, seguido del lanzamiento de pequeños satélites de telecomunicaciones o meteorológicas de hasta 250 kilos. Pero también, el desarrollo privado de la tecnología a permitir a estos mecenas espaciales el desarrollo de aviones capaces de cruzar el Atlántico en minutos. Por el momento son dos los nombres que brillan con luz propia: el británico Richard Branson y el sudafricano Elon Musk. A ellos se ha sumado en los últimos tiempos el expiloto de pruebas Pascal Jaussi, que pretende instalar en Canarias su centro de lanzamiento de naves espaciales.
Quien parece llevar más adelantado el proyecto es Branson, fundador del grupo Virgin. De hecho, su nave, la Space Ship Two lleva ya numerosos vuelos experimentales desde que en octubre de 2010 hiciera su primer vuelo desacoplándose del cuatrimotor que la elevó a 13.700 metros. El piloto Pete Siebold y su copiloto Mike Alsbury consiguieron posar el aparato con toda suavidad en la base aérea del desierto de Mojave (EE UU). La nave cuenta con una pequeña cabina para los dos tripulantes y seis pasajeros.
Desde que Virgin Galactic anunciara estos viajes, 600 pasajeros ya han pagado el billete para ver la Tierra desde el espacio. Nada más y nada menos que 200.000 dólares (unos 150.000 euros) por una experiencia que tendrá una duración de minutos. La empresa no debe ser nada fácil, porque ha tardado siete años en tener casi a punto el vuelo, que despegará desde la base Spaceport America, ubicada en Nuevo México. En 2013 la Agencia Federal Estadounidense de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) dio autorización a Virgin para llevar viajeros al espacio. Según el propio Branson, antes de finales de año y acompañado de sus hijos, será el primero de los pasajeros espaciales de su compañía.
Pequeños satélites
Con el tiempo y ante el tirón del negocio inaugurado por Virgin se han sumado más empresas con proyectos más o menos parecidos. Este es el caso de Xcor Aerospace, otra firma estadounidense que también quiere llevar viajeros al espacio. Fabricante de cohetes propulsores, esta firma tiene previsto operar desde el Puerto Espacial instalado en el desierto de Mojave. La Xcor realiza pruebas con su aeronave Lynx. Por sólo unos 71.000 euros, los viajeros disfrutarán de las vistas de la Tierra desde 100 kilómetros de altura. El abaratamiento de los precios estaría en que ser podrían hacer hasta cuatro viajes diarios. En todo caso, Xcor todavía está en fase experimental, por lo que calculan que hasta 2015 no podrá iniciar su etapa de vuelos comerciales.
Tras la desaparición del programa de lanzaderas estadounidenses, que aprovechaban los viajes a la Estación Espacial Internacional para poner en órbita pequeños satélites comerciales, rusos y europeos se han lanzado a este negocio. Sin embargo, los costes son altos para presupuestos estatales que son mirados con lupa, lo que también ha propiciado la entrada en el negocio de las empresas privadas. Este es el caso de Space Exploration Technologies Corporation (SpaceX), una empresa norteamericana de transporte aeroespacial fundada en 2002 por Elon Musk, quien es también cofundador de Paypal. Este empresario pretende llevar seres humanos a Marte en diez años.
España también entra en este juego de lanzamiento de ingenios al espacio. La compañía suiza Swiss Space Systems (S3), presidida por el expiloto de prueba Pascal Jaussi, ha elegido la isla de Gran Canaria, donde tiene previsto invertir unos 60 millones, como base para sus proyectos espaciales. El centro lanzamiento estaría ubicado en Maspalomas, que estaría operativo en 2018. Para ello, está desarrollando la lanzadera suborbital SOAR para pequeños satélites. Esta está ubicada en la parte superior un Airbus A300 y volvería a tierra para aterrizar como un avión.
El sistema de lanzamiento comienza en el despegue del Airbus. A los 10.000 metros de altura, la lanzadera se separa del avión, que vuelve a la base. La pequeña SOAR seguirá ascendiendo y llegado a un punto de altitud lanzará otro módulo espacial que pondrá en órbita los minisatélites. Los primeros vuelos están previstos para 2017 y sería comercialmente operativa en 2018. Los planes contemplan que en 2020 el SOAR pueda ser empleado para llevar turistas al espacio por un precio que, según las primeras oscilaciones, rondará los 100.000 euros.