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Hamás mata a 18 colaboracionistas
El ajuste de cuentas con los que considera «informadores» se suma a la muerte de un niño israelí en una nueva jornada trágica en Gaza
GAZA. Actualizado: GuardarLas milicias palestinas ejecutaron ayer a 18 personas acusadas de colaborar con Israel, apenas 48 horas después de que información de la Inteligencia israelí permitiera al Ejército matar a tres altos comandantes de las brigadas Azedim al-Qassam, brazo armado del movimiento islamista Hamás, en un bombardeo. La escalada de enfrentamientos provocó además la muerte de un niño israelí de 4 años, alcanzado por un mortero lanzado desde la Franja cuando viajaba en un automóvil cerca de un kibutz en la frontera. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, advirtió de que «Hamás pagará un alto precio» por este ataque y que las operaciones en Gaza seguirán «hasta que se cumplan los objetivos de la operación 'Margen protector'».
La jornada había comenzado con la noticia del ajusticiamiento de varios colaboracionistas a manos de las milicias armadas de Hamás. Según la página web Al-Majd y la agencia de noticias local Al-Ray, al menos once de esos presuntos confidentes fueron ejecutados a tiros en una comisaría del centro de Gaza «tras haber sido juzgados» en cortes revolucionarias establecidas por el grupo. Otros siete hombres fueron igualmente ajusticiados, aunque esta vez en público, por hombres encapuchados y vestidos con el uniforme de las brigadas delante de una mezquita en Gaza, informaron testigos.
«La resistencia ha reforzado su lucha en el terreno contra los colaboracionistas», explica Al-Majd, que asegura que los responsables de la seguridad de la Franja proseguirán con los ajusticiamientos que dicten «los tribunales revolucionarios». «Estaban del lado de Israel, dieron información sobre la ubicación de los túneles y bombas trampa para los tanques, así como información sobre los hogares de los luchadores, del lugar desde donde lanzamos los cohetes», explicaron las brigadas en las redes sociales. «El resultado de estas colaboraciones es la muerte de miles de personas en Gaza», argumentaron.
Difícil acercamiento
El intercambio bélico entre palestinos e israelíes se reanudó con dureza el pasado martes después de acusarse mutuamente ambas partes de romper el último eslabón de la cadena de alto el fuego que había permitido tratar de buscar una salida negociada en El Cairo. Desde entonces, los palestinos han vuelto a lanzar más de un centenar de cohetes e Israel ha tratado de eliminar a altos comandantes de Hamás. El miércoles atentaron contra Mohamed Deif, el líder de las brigadas Azedim al-Qassam, brazo armado del movimiento islamista, que al parecer sobrevivió al quinto intento de asesinato israelí desde que en 2002 asumió la dirección de la milicia. En el ataque contra una vivienda de Gaza perdieron la vida su segunda esposa, dos de sus hijas y al menos tres personas más, todas civiles.
El jueves, y en un bombardeo similar en la ciudad meridional de Rafah, perecieron, junto a otras cinco personas, Muhamad Abu Shamala, Raed al-Attar, Mohamad Barhum, considerados tres de los principales comandantes de la milicia en el sur. Nada más conocerse el asesinato, aplaudido por el primer ministro israelí, la milicia clamó venganza y aseguró que este tipo de acciones «confirman» su «decisión de seguir con la lucha».
La cadena de ataques y respuestas hace cada vez más difíciles los acercamientos diplomáticos que se llevan a cabo en El Cairo. Anoche estaba prevista la llegada del presidente palestino, Mahmud Abás, a la capital egipcia para reunirse con Abdefatah el-Sisi, el presidente de Egipto. El encuentro que esperan mantener hoy, al que estaba previsto que también asistiera el líder de Hamás en el exilio, Jaled Meshal, se encuentra ahora, de nuevo, en la cuerda floja. El desbloqueo de las negociaciones es fundamental para la reconstrucción de la Franja.