Sociedad

El suero experimental salva la vida de los dos infectados estadounidenses por ébola

Ken Brantly y Nancy Writebol reciben el alta después de tres semanas de tratamiento con el ZMapp

MADRID. Actualizado: Guardar
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Tres semanas después de recibir un suero novedoso, casi secreto del que no se había oído hablar y cuya fase de experimentación es completamente primigenia, Ken Brantly y Nancy Writebol pueden decir que la vida le ha dado una segunda oportunidad. O que comienza una segunda vida. El médico, de 33 años, y la misionera, de 60, ambos estadounidenses, tuvieron la suerte de poder ser trasladados al hospital universitario de Emory, cerca de Atlanta, para recibir este tratamiento novedoso. Y el ZMapp, junto a unos cuidados paliativos de primer nivel, burló la efectividad de un virus que supera el 80% de mortalidad. Una combinación de fármaco experimental y tratamiento en el primer mundo que no sirvió en el caso de Miguel Pajares.

El alta de los dos estadounidenses que fueron contagiados en Liberia no supone ningún riesgo para la salud. Quien supera este trago, es inmune. «Tras una rigurosa serie de tratamientos y exámenes, el equipo de Emory determinó que ambos pacientes se recuperaron del virus del ébola y pueden volver con sus familiares y la comunidad sin preocupaciones de que la infección se extienda a otros», explicó Bruce Ribner, director de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del centro hospitalario. «El día de hoy es un milagro. Tengo suerte de estar vivo y de haber podido reunirme con mi familia», apuntó Brantly en una comparecencia ante los medios. «Gracias a todos, en Liberia y aquí», comentó emocionado Brantly, acompañado de su esposa. Juntos se marcharon en otoño de 2013 a Liberia a trabajar, hasta que el ébola apareció en junio. Entonces, el médico se dedicó a cuidar a los pacientes que a cuentagotas llegaban a su consulta y a formar a personas para que le ayudasen. Hasta que cayó contagiado, al igual que Nancy Writebol. Junto a su esposo David empezaron a colaborar con la organización cristiana SIM Estados Unidos, en 2013, después de pasar 14 años trabajando con niños huérfanos y vulnerables. En marzo de este año, comenzaron a colaborar en el ELWA Hospital de Monrovia (Liberia), donde Nancy se contagió. Fue diagnosticada el pasado 25 de julio y dada de alta el 19 de agosto, según confirmó la organización.

Prudencia

El presidente de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), José María Miró, calificó de «muy buena noticia» el alta médica de los dos estadounidenses. Aun así, insistió en la necesidad de mantenerse «muy prudente, que no escéptico, antes de achacar su supervivencia al suero». «Se sabe poco del ébola, ahora un poco más», matizó. La supervivencia al virus depende de varios factores, como puede ser el «nivel de viremia», es decir, la cantidad de virus, o el perfil genético del paciente, es decir, su respuesta inmunitaria.

Ahora han surgido varios sueros como posibles tratamientos a este virus, pero ninguno ha sido testado clínicamente, algo vital para conocer la efectividad de los mismos. «El problema es que no hay tiempo», declara Miró, por eso la única alternativa para conocer si estos medicamentos pueden tener actividad es hacer un seguimiento de su uso. Además, el presidente de la SEIMC destacó que recientes estudios han demostrado que, aunque el ébola no se mantiene latente en el organismo, en los hombres «se transmite por el semen hasta siete semanas después» de la superación del virus, ya que se elimina por secreciones genitales. Por lo que Brantly tendrá que mantener un mínimo de siete semanas de abstinencia sexual después de su curación.