Da Rocha, reina de la espalda
Actualizado:Hubo un tiempo en que a Duane da Rocha, nadadora española de origen brasileño, le daba pánico competir. Le podía la presión y el factor psicológico le derrotaba antes de saltar al agua. Así que decidió cambiar de aires, abandonó la Blume, empezó de cero y desde entonces, hace ya unos siete años, es otra.
Da Rocha culminó este martes un proceso de redención personal y deportiva y se proclamó campeona de Europa en 200 espalda en Berlín, tras una carrera en la que demostró que domina los tempos de la alta competición como nadie. Con 26 años, unas semifinales olímpicas a sus espaldas y dos bronces europeos, Duane, que nació en Brasil pero que con dos años ya vivía en Málaga, tiró de veteranía y nadó de menos a más para ganar el oro en el largo final, como mandan los cánones de la natación. Campeona de España desde los 15 años, Duane saltó a la final a contemporizar, con mucha sangre fría, sabiendo que había hecho la mejor marca de las semifinalistas y consciente de su dulce estado de forma.
Cuando un deportista está fino puede jugar con la táctica y esa fue la puesta en escena de la andaluza. Salió lenta, muy lenta. Sus casi 31 segundos en el primer cincuenta le relegaron a la sexta posición. El segundo largo fue aún más lento y Duane tocó la pared del 100 en último lugar. En cabeza, la checa Baumrtova iba como un tiro a segundo y medio de distancia de la española. ‘Que no cunda el pánico’ debió de pensar la nadadora del Canoe, que hizo un segundo cien espectacular. Apretó el acelerador en el tercer 50. Empezó a adelantar a la checa y a la alemana Mensing, que habían salido en plan kamikaze y se hundían víctimas de su temeridad, pasó el 150 en tercera posición y a partir del último viraje se emparejó con la británica Simmonds y la rusa Ustinova, a las que derrotó en un largo final memorable, con una brazada última estirándose, pero ya sabedora de que iba primera. Con la calculadora entre las uñas, clavó un 1,04 en el primer cien y un 1,05 en el segundo, que le dieron el oro, la gloria y puede que a partir de ahora consiga sentirse algo más arropada por la federación, como denunció hace dos años, tirando de las orejas a los directivos, que solo acostumbran a dar palmaditas a los que salen en la foto con medallas de alto vuelo.
El oro de Duane, que se suma al que ya tenía en unos europeos, aunque en piscina corta, que suele tener menos valor, y los dos bronces en europeos de verano, supone una gran noticia para la natación española pues demuestra que no solo vive de los éxitos de Mireia Belmonte. Quien también confirma este extremo es Melanie Costa, plata en los pasados mundiales de Barcelona, y que disputó la final de 200 espalda junto a Da Rocha. La mallorquina, especialista en el 400 libres, fue sexta, dejando buenas sensaciones.
Rafa Muñoz, quinto
Mucho se esperaba de Rafa Muñoz, plusmarquista mundial de 50 mariposa, en su prueba fetiche, la que le convirtió en el rey de la mariposa en 2009. Sin embargo, el cordobés, oro en los europeos de 2010 y de 2012, no pudo pasar de la quinta posición, después de fallar en la salida. Estuvo lento en las semifinales y volvió a mostrar la falta de finura en la reacción en la final de este martes. El torpedo andaluz se quedó a 24 centésimas del oro, que compartieron con el mismo tiempo el francés Manadou y el bielorruso Tsurkin. Curiosamente, también hubo dos bronces (Govorov y Proud).
En la otra final con representación española, Juan Miguel Rando fue séptimo en 100 espalda, en una prueba en la que se impuso el inglés Walker, por delante del francés Stravius y el alemán Glania. Además, la extremeña Fátima Gallardo batió el récord de España (54,85) y logró el pase para la final en 100 libres. La joven de 17 años nadará en la calle 8, con la séptima marca de las finalistas. En 1500, Antonio Arroyo también disputará la final, en este caso con el octavo registro.