Un espía en mi cama

Todos llevamos un espía dentro. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con instalar cámaras o grabar una conversación para desenmascarar a un mentiroso? ¿ Quién no se ha declarado a sí mismo buscador impenitente de la verdad hasta las últimas consecuencias? ¿Quién no ha pedido a Dios, o al diablo, una prueba, una mísera prueba, para poder argumentar una teoría aparentemente descabellada pero que, contra todo pronóstico,es real como la vida misma? ¿Quién no ha pensado alguna vez que el fin justifica los medios? (Más información en Mujerhoy.com).