Un joven hace fuego para calentar té entre los restos de un edificio derribado. :: ROBERTO SCHMIDT / AFP
MUNDO

La esperanza de un alto el fuego en Gaza se desvanece

Tel Aviv y Hamás abandonan la negociación mientras las sirenas vuelven a sonar al sur de Israel dos horas antes del fin de la tregua

E L CAIRO. Actualizado: Guardar
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El reloj descontaba ayer las horas que quedaban para el fin de la tregua de tres días entre Israel y las milicias palestinas en Gaza y las noticias que se iban filtrando desde las negociaciones en El Cairo dejaban poca esperanza para que ambas partes alcanzaran un acuerdo al filo de la medianoche, cuando expiraba la tregua. A pesar de que fuentes egipcias habían asegurado que se habían acercado posturas, la delegación israelí abandonó la ciudad a primera hora de la noche y los esfuerzos se centraban en intentar prolongar el armisticio temporal para tener más tiempo para negociar.

Una fuente occidental cercana a las negociaciones citada por el diario Haaretz se mostraba anoche pesimista y aseguraba que las posibilidades de que se reiniciara el lanzamiento de cohetes desde la Franja eran muy altas, ya que los intentos de llegar a un acuerdo habían fracasado y Hamás no estaba interesado en extender la tregua. La dialéctica utilizada en los últimos días por el grupo islamista, que ya rechazó la semana pasada la extensión de otro alto el fuego, apuntaba hacia ese camino. Un par de horas antes del fin de la tregua, las sirenas volvían a sonar en el sur de Israel después de que varios cohetes fueran disparados desde Gaza sin que, al parecer, causaran víctimas.

El Gobierno israelí, encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, que en la jornada de ayer trató con el presidente estadounidense Barack Obama el asunto del alto el fuego y las negociaciones con los palestinos, sin embargo, sí se mostró dispuesto a prolongar la tregua durante otras 72 horas, según informó la televisión local.

Exigencias

Egipto había presentado una propuesta de alto el fuego para poner fin a un conflicto que dura ya más de un mes y que ha devastado Gaza, en el que se contemplaba la relajación del bloqueo al que Israel y Egipto someten a la Franja, pero que dejaba las exigencias más espinosas de Hamás e Israel para futuras negociaciones. El grupo islamista exige el fin completo del bloqueo, como recordó ayer su líder en Gaza Ismail Haniye, sin el cual la organización no contempla un alto el fuego, mientras que Israel reclama el desarme del grupo y del resto de milicias palestinas, algo que Hamás no está dispuesto a aceptar.

Diversas filtraciones habían asegurado en los últimos días que Israel habría estado dispuesto a ampliar el área marítima en la que los pescadores gazatíes pueden faenar de 3 a 6 millas náuticas, así como ampliar la cuota de camiones y personas que tienen acceso a la Franja o permitir que un tercer país supervise la transferencia de fondos para pagar los sueldos de los funcionarios en Gaza.

Aunque la tregua se respetó durante el día de ayer, los proyectiles israelíes causaron otras cinco muertes en Gaza, entre ellos un cámara italiano y su traductor, que trabajaban para la agencia AP. Las víctimas fallecieron cuando los artificieros intentaban desactivar un proyectil israelí que no había explotado. En la detonación murió también el jefe de los artificieros de Gaza.

Por si las conversaciones mediadas por El Cairo no fructificaban, el Ejército israelí volvió a movilizar ayer infantería y artillería junto a la frontera de Gaza y solicitó el regreso de un número indeterminado de reservistas. Hamás, por su parte, también aseguró que «todas las opciones permanecen abiertas en caso de que las negociaciones en El Cairo fracasen», dijo Mushir al- Masri, un miembro de Hamás, en un documento difundido en la prensa.