«Las condiciones de vida son exigentes»
Actualizado:La cabo primero Victoria Aranda trabajaba como cajera en un banco de Lima cuando decidió trasladarse a España. Desde el principio le llamó la atención la oferta laboral de las Fuerzas Armadas y se alistó. Tiene 38 años y lleva más de una década aquí. Antes de llegar a Malí estuvo en las misiones de Líbano y Afganistán. Allí vivió experiencias duras y desagradables. En Líbano perdió a dos compañeros en un atentado contra un blindado. «Yo misma recogí los restos de la pierna de uno de los heridos», recuerda. Por todo ello si se mide por el riesgo la misión africana es mucho menor, «pero aquí las condiciones de vida son exigentes por el calor, la lluvia y la humedad, que atraen mosquitos y enfermedades», señala Aranda, una de las cuatro mujeres del contingente. En Dakar, capital de Senegal, se encuentra el destacamento aéreo Marfil. Está compuesto por 47 militares españoles y da cobertura material a la misión francesa Serval, presente en Malí, Gabón, Chad o Níger. El principal inconveniente para el avión CN-295 español son las tormentas «que se forman en diez minutos» y la limitada ayuda para la navegación. «A veces vas ciego», cuenta el piloto, el capitán Franco.