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Ataque aéreo israelí sobre el norte de la capital de Gaza que destrozó una de las principales mezquitas de la ciudad. :: MOHAMED SABER / EFE
MUNDO

La rutina de la muerte vuelve a Gaza

La tregua da paso al disparo de decenas de cohetes por Hamás, al que Israel responde con bombardeos que matan a 5 palestinos

R. C.
GAZA/ JERUSALÉN.Actualizado:

Israel y Hamás vuelven a medirse en el devastado territorio de Gaza. Los casi dos millones de habitantes de la Franja apenas pudieron disfrutar de 72 horas de alivio después de 29 días de bombardeos y ofensiva terrestre del Ejército israelí. Las tres jornadas de tregua que trasladaron el conflicto a la negociación intermediada por Egipto acreditaron el abismo que separa las aspiraciones de hebreos y palestinos. La noche del jueves, cuando estaba camino de expirar el alto el fuego, las milicias del movimiento islamista avanzaron que se preparaban para reanudar las hostilidades. Y lo hicieron sólo unas horas después, con el lanzamiento de decenas de cohetes que causaron tres heridos de diversa consideración.

Tel Aviv respondió con medio centenar de ataques aéreos contra Gaza, que causaron al menos cinco fallecidos. La primera víctima mortal después de la tregua es un niño de 10 años que perdió la vida en el bombardeo de una mezquita de la capital. El balance del castigo que padece la Franja desde el 8 de julio -1.898 fallecidos y más de 10.000 heridos, en su inmensa mayoría civiles- impone nuevos récords de sufrimiento a una población civil sin opciones de escapar de la ratonera en que ha convertido a Gaza el bloqueo al que Israel la somete desde 2006, cuando Hamás llegó al Gobierno.

El fin de esta losa que pesa sobre el presente y el futuro del territorio encabeza la lista de demandas que el movimiento islamista presentó en la negociación de El Cairo, junto a la liberación de presos y el establecimiento de una salida al exterior de la Franja, en forma de puerto o aeropuerto. La Unión Europea respalda que se permita un corredor marítimo entre Gaza y el puerto chipriota de Larnaca. Hamás justifica en el rechazo de Tel Aviv a aliviar la asfixia palestina la reanudación de los ataques contra el otro lado de una frontera en la que siguen apostadas las tropas de tierra que perdieron a 64 efectivos en el último mes.

«Una puerta de salida»

Diversos analistas sostienen que existía una esperanza real de prolongar la tregua. Hamás sabe que un Israel obsesionado por «desmilitarizar» Gaza no cederá en el bloqueo, pero necesita aligerar de algún modo el sufrimiento de los habitantes del territorio, «aceptar una puerta de salida honorable» que, después de nuevas negociaciones, proporcione a la Franja «un acceso marítimo bajo supervision internacional», explica el politólogo de la Universidad Al-Azhar de Gaza Naji Charab a la AFP.

La prisa de las milicias islamistas en dar por superado el alto el fuego obedecería a un intento de «aumentar la presión» por parte de un colectivo que «está a punto de perderlo todo», resume el profesor Michael Kobi de la Universidad israelí de Ariel. Según esta interpretación, Hamás se ha ido enajenando el apoyo de algunos aliados tradicionales y, después de sorprender a Israel con su resistencia en los recientes combates, ahora debe presentar a los palestinos «algún resultado político».

Al disparar contra las ciudades israelíes vecinas, los islamistas querrían ver de qué manera replica ahora Israel. Ayer reanudó los ataques aéreos, pero se cuidó de reanudar la operación terrestre, de la que retiró soldados y tanques en las primeras horas de la tregua. Queda por comprobar hasta dónde llega la paciencia, o el cálculo, de Tel Aviv.