Schettino pierde el rumbo
El capitán del 'Costa Concordia', que huyó del naufragio, desata la polémica al enseñar 'gestión del pánico' en un máster universitario
Actualizado:«¡Vuelva a bordo, maldita sea!», es ya todo un himno en Italia. Se imprime en camisetas, se escribe recurrentemente en pancartas, y los humoristas del país -al menos los que se atreven con el humor negro- han hecho de ella su mejor aliada para hacer chistes incómodos. La icónica frase fue pronunciada por un guardacostas y el abochornado destinatario fue Francesco Schettino, trágicamente famoso por estar al mando del 'Costa Concordia' durante el naufragio de enero de 2012. Después de una maniobra fallida que acabó con el crucero encallando en las rocas, Schettino huyó despavorido, olvidando tan repentina como oportunamente la célebre norma de que el capitán debe ser el último en abandonar su navío. A pesar de la advertencia del guardacostas, no regresó al crucero ni organizó las labores de rescate. Su imprudencia se saldó con la muerte de 32 personas.
Si la leyenda es cierta, los músicos del 'Titanic' deben de estar estos días en el fondo del mar tocando un réquiem, cabreados, como toda la sociedad italiana, por el último episodio protagonizado por el malogrado capitán. Al pobre, que desde el accidente es visto por sus compatriotas como una vergüenza nacional, le debió de parecer buena idea participar como invitado en un seminario de criminología titulado 'De la escena del crimen a la investigación', que tuvo lugar en la Facultad de Medicina de la Sapienza, en Roma. En una charla de más de 15 minutos, que ofreció por videoconferencia, analizó el naufragio del 'Costa Concordia' aportando su personal punto de vista, ¡y hasta se atrevió a hablar sobre la gestión del pánico en momentos de crisis «De lo que tengo miedo es de tu miedo», le podrían haber espetado sus oyentes citando a Shakespeare.
Los italianos no dan crédito y los avergonzados directivos de la universidad se devanan los sesos intentando comprender en qué pudo estar pensando el profesor que dirige el máster, Vincenzo Maria Mastonardi, para invitar al hombre más odiado del país a dar una charla, más aún teniendo en cuenta que Schettino afronta en la actualidad un juicio en el que debe responder de las acusaciones de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo que provocó la tragedia .
«La participación de Schettino es una iniciativa autónoma e indigna de un profesor. La libertad académica no puede ser irresponsable», afirmó el rector en un comunicado, subrayando también que una universidad «no pude dar visibilidad a este tipo de personas». Hasta la ministra de Educación se pronunció calificando de «desconcertante» el 'cameo' educativo que se ha marcado Schettino.
Mastonardi se ha defendido asegurando que se trataba de un seminario exclusivo para expertos, al parecer destinado a profesionales del periodismo de investigación, y que aclarará el asunto con los responsables de la Sapienza. Pero no ha conseguido calmar los ánimos. Las redes sociales echaban humo una vez se hizo pública la participación de Schettino en el máster y algún usuario con mala baba sacó punta a la célebre frase para adaptarla al nuevo escenario. «¡Vuelva a su pupitre, maldita sea!» es la consigna de moda.