Ángela González: «¿Cuánto cuesta la muerte de una hija asesinada por su padre?»
Actualizado:Tras once años de dura búsqueda de la justicia ante los tribunales españoles, Ángela González ha encontrado al fin el reconocimiento que su caso merece. El Comité de Naciones Unidas para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer ha condenado al Estado español por no actuar de manera diligente a la hora de proteger sus derechos como mujer maltratada y los de su hija, a la que su padre asesinó.
"Ya necesitaba que alguien me diera la razón, que se demostrase que fui invisible para la justicia española. Sigo teniendo la sensación de que a esta justicia no le importa la muerte de mi hija, aún no me ha llamado nadie", ha expresado Ángela, que tras más de treinta denuncias se vió obligada en 1999 a huir del domicilio familiar con su hija. Algo que no puso fin al maltrato que sufría ante la ausencia de medidas que otorgaran la protección adecuada a ambas. Andrea, de siete años, terminó siendo asesinada en 2003 por su progenitor antes de que este se suicidara. "Prevaleció el derecho de su padre por encima de la protección de mi hija", lamenta Ángela.
Ahora, tras la demanda interpuesta en septiembre de 2012 por la organización Women's Link Worldwide, la ONU exige al Estado español la reparación adecuada y una indemnización integral acorde a la vulneración de sus derechos, además de una investigación exhaustiva e imparcial para detectar los posibles fallos que hayan ocasionado la falta de protección de Ángela y su hija. Medidas que España debe implementar antes de seis meses según los convenios internacionales firmados.
Desde Women's Like exigen además una disculpa oficial de las autoridades, respecto a lo que Ángela expresa: "Me gustaría que me pidiesen perdón los trabajadores sociales y el Defensor del Menor que no hicieron bien su labor, que se equivocaron en sus informes". Nada ni nadie le va a devolver a Ángela la vida de la pequeña Andrea pero al menos la sentencia reconoce su incansable lucha y sienta un precedente en materia de protección frente a la violencia de género. "Hace once años me hubiera ido con mi hija fuera de España, aún así, a las mujeres en mi situación les diría que denuncien. La lucha no acaba aquí, debemos seguir dando pasos frente a la violencia de género", concluye Ángela, una mujer cargada de coraje.