Los Depósitos de Tabaco
Actualizado:Frente al descampado, en que el quizá algún día se levante el nuevo hospital de Cádiz, se encuentra uno de los exponentes más significativos del antiguo patrimonio industrial de la Bahía: los Depósitos de Tabaco. Durante estos últimos días el Ayuntamiento ha organizado unas Jornadas de puertas abiertas para que, antes de que se inicien las obras de remodelación de las naves, los gaditanos podamos conocer de primera mano unos edificios que forman parte de la historia de nuestra ciudad. La intensa relación de Cádiz con el tabaco se inició a mediados del siglo XVIII cuando el primer rey Borbón, Felipe V, manda crear la Real Fábrica de Tabacos de Cádiz habida cuenta nuestro lugar estratégico en el comercio marítimo con América. Corriendo el tiempo se erigiría, a mediados del XIX, la fábrica, hoy Palacio de Congresos, que situada junto al muelle marcaría la vida de tantas familias gaditanas y donde nació la ya mítica figura de la cigarrera quizás porque, ayer como hoy, salía más barato el sueldo de las mujeres que el de los hombres. Pero antes de eso, la industria tabaquera gaditana ocupó varios emplazamientos, incluyendo el solar en el que posteriormente, ya en el siglo XX, se construiría ese edificio, la Aduana Vieja, que fue protegido por la Junta de Andalucía y que, como vemos, no es tan viejo ni tan antiguo como parece. El incremento del consumo del tabaco y la búsqueda de una mejor accesibilidad para su distribución determinó que, en 1910, se levantaran, cerca de la Zona Franca, los Depósitos que el Ayuntamiento de Cádiz tiene intención de convertir en un espacio polivalente con una oferta de servicios y de actividades socioculturales muy necesaria para toda la zona. Cuando pasamos por la Avenida de Juan Carlos I no deja de llamarnos la atención esa construcción de ladrillo visto rojizo y de piedra ostionera que ahora hemos tenido la oportunidad de visitar. Una inmensa construcción con varias naves paralelas y una perpendicular entre las que discurren los raíles de los trenes usados para las descargas. Y a la vuelta, los edificios anexos al complejo y el jardín junto a la entrada principal. Un jardín que debería mirar también hacia el nuevo Hospital. Pero ésta es ya otra historia.