La presidenta argentina, Cristina Fernández, en una balconada de la Casa Rosada. :: M. BRINDICCI / REUTERS
MUNDO

Fracasa el último intento de Argentina para solucionar el pago de su deuda

El país insiste en negar una situación de quiebra y confía en próximas reuniones para acordar el pago de la deuda a los llamados 'fondos buitre'

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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La expectativa de una solución al cada vez más delicado problema de la deuda externa argentina se frustró una vez más ayer cuando el juez de Nueva York, Thomas Griesa, reprochó al país por dar información «confusa y medias verdades», y lo exhortó a seguir negociando con los llamados fondos buitre, que le reclaman una deuda de 1.330 millones de dólares (990 millones de euros) más intereses. Argentina se mantiene irreductible en la postura de que este impago no le ha hecho caer en un 'default' (quiebra).

En una nueva audiencia con los representantes legales de Argentina, de los fondos buitre, y del Banco de Nueva York -que tiene bloqueado un depósito hecho por Argentina para cancelar a otros acreedores deuda por valor de 539 millones de dólares, algo más de 400 millones de euros-, el juez eludió ayer pronunciarse respecto del destino que debe darse a esa transferencia. Lo hará probablemente en una próxima cita. Horas antes, el jefe de Gabinete de Argentina, Jorge Capitanich, había dicho que no tenía expectativas favorables en esa audiencia porque el juez «siempre ha sido parcial». De todos modos, admitió que tenían esperanzas en que el magistrado resuelva los temas pendientes que tienen que ver con los múltiples actores involucrados en el proceso de pago y que se ven perjudicados por el bloqueo que mantiene Griesa desde hace mas de un mes.

Griesa dijo que Argentina hizo «declaraciones públicas enormemente desorientadoras» y sostuvo que eso «tiene que parar». Y recordó que «las obligaciones de Argentina no se extinguen, siguen en pie». O sea, que debe buscar el modo de pagar a esos fondos de inversión. No obstante, el juez no habló de 'default' ni tampoco tomó la decisión de embargar los fondos retenidos. El magistrado se negó por otro lado a cambiar al mediador, Daniel Pollack, considerado ayer «no muy imparcial» por los abogados argentinos. Pollack no sólo fue el primero en hablar de «inminente 'default'», sino que según Kicillof, durante la reunión evidenció tener un trato de mucha confianza con los abogados de los fondos buitre.

Argentina había hecho en junio el giro de fondos para pagar el plazo correspondiente a aquellos acreedores que aceptaron la reprogramación de la deuda en 2005 y 2010, que constituyen casi el 93% de los tenedores de títulos. Pero el banco retiene el dinero desde entonces a la espera de una resolución del juez, pese al reclamo de sus legítimos destinatarios. Griesa no embargó esos fondos para pagar a los 'buitres', pero tampoco permite que se abone a los bonistas reestructurados, lo que hizo que Argentina cayera en impago desde la medianoche del 30 de julio.

Golpe desde China

Para la calificadora de riesgo Standard & Poor's, se trata de un «'default' selectivo» y para Fitch Ratings es un «default parcial» porque se limita a bonos con jurisdicción Nueva York. Kicillof insiste en que no es 'default' porque el país ha realizado pagos, luego no existe la condición básica de insolvencia.

Ayer se sumó al coro de escépticos un presunto aliado de Argentina: la calificadora de riesgo china Dagong determinó que el país está en «cese de pagos». La noticia representa un duro golpe para la presidenta, Cristina Fernández, que el mes pasado había recibido a su par chino, Xi Jinping, en Buenos Aires, y había obtenido un importante respaldo financiero del gigante asiático. China acordó un préstamo contingente de 11.000 millones de dólares (unos 8.000 millones de euros) de su Banco Central al homólogo de Argentina para financiar el intercambio comercial y para el caso de que una crisis financiera requiera refuerzos para las reservas. Ese crédito podría trabarse ahora.

En paralelo a la audiencia del juez, en Wall Street también se avanzó con la calificación de 'default'. Con una celeridad inusitada, la Asociación Internacional de Seguros contra Default y Derivados Financieros integrada por bancos y fondos de inversión -uno de ellos, el Elliott Management, uno de los litigantes contra Argentina- resolvió declarar el impago. Lo hizo a raíz de una consulta efectuada la víspera por el banco suizo UBS sobre si Argentina había incurrido o no en falta de pago. La entidad estaba interesada en el cobro de los seguros por 'default', que representan unos 1.000 millones de dólares. Rápidamente, la Asociación determinó que sí lo hubo y por lo tanto ya se pueden cobrar los millonarios seguros.