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Manifestación de apoyo a la oposición del Gobierno argentino en una plaza de Buenos Aires. :: MARCOS BRINDICCI / REUTERS
MUNDO

Argentina sale al ataque contra EE UU

Buenos Aires no descarta apelar a instituciones internacionales para acreditar que es solvente y frenar los efectos del 'default' en su economía El ministro de Economía acusa al juez de Nueva York de favorecer a los 'fondos buitre' en el contencioso por los bonos

MARCELA VALENTE
BUENOS AIRES.Actualizado:

Cuando todo hacía suponer que habría un acuerdo de última hora, Argentina no pudo zanjar sus diferencias con los llamados 'fondos buitre' y el país ingresó en un inédito cese de pagos que no es producto de la insolvencia -como ocurre siempre que hay suspensión de pagos o 'defaul'- sino de una resolución judicial estadounidense que mantiene bloqueadas las partidas destinadas a los acreedores. La audiencia convocada para hoy por el juez de Nueva York Thomas Griesa, responsable del fallo que obliga a Buenos Aires a pagar a los grupos especulativos 1.330 millones de dólares (993 millones de euros) de deuda más intereses, podría ser la última oportunidad de arreglo. Pero el procedimiento que se desencadena con la mora ya resulta impredecible.

Para los analistas, si la falta de acuerdo se perpetúa, la actual retracción de la economía argentina podría profundizarse y con ella otros problemas como la inflación y el restringido acceso al crédito internacional. También exite el riesgo de que los acreedores del Estado obtengan una 'aceleración', un mecanismo que obligaría a Argentina a adelantar la cancelación de las deudas.

No es la catástrofe que desembocó en el 'default' de 2001, cuando el país tenía una deuda equivalente al 160% del PIB, estaba en recesión desde hacía tres años y el paro rondaba el 24%. Ahora la deuda representa el 40% del PIB, la economía crece poco pero crece y Argentina muestra solvencia. Esta semana abonó la primera cuota del acuerdo con el Club de París por 650 millones de dólares (485 millones de euros).

El ministro de Economía, Axel Kicillof, que estuvo reunido el miércoles todo el día con abogados de los 'fondos buitre' y el mediador designado por Griesa, Daniel Pollack, informó al final de la jornada de que los acreedores que están fuera de la reestructuración no aceptaron la oferta de canjear la deuda por bonos reestructurados en los canjes de 2005 y 2010. La conclusión era obvia: los demandantes sólo recurrieron a la justicia para cobrar sin descuentos.

Medida cautelar

Kicillof cuestionó al juez por favorecer a los grupos especulativos al otorgarles el poder de ser ellos quienes reclamen o no una medida cautelar que suspenda los efectos del fallo hasta que haya un acuerdo. Esto lo viene pidiendo Buenos Aires sin éxito desde hace un mes. El ministro se quejó también del «poder desmesurado» que se estaría concediendo a los 'buitres', «la facción más recalcitrante del capitalismo financiero» con sede «en Islas Caimán».

Desde Buenos Aires, el jefe de Gabinete de la presidenta, Jorge Capitanich, redobló la apuesta. Habló de «mala praxis» del poder judicial de EE UU, de «incompetencia» del mediador y responsabilizó a Washington de las acciones de sus jueces. «No puede la comunidad internacional avalar esto», concluyó, además de adelantar que el Gobierno argentino no descarta trasladar el conflicto a la Corte Internacional de La Haya y la Asamblea General de la ONU.

En su rueda de prensa en Nueva York, Kicillof explicó una vez más que Argentina no puede ofrecer a los fondos mejores condiciones que las que pactó con el 93% de inversores que aceptaron los canjes de 2005 y 2010. En esas rondas se otorgaron bonos con quita del 67% y hasta 30 años de plazo. Si lo hiciera, debería extender el beneficio a todos los acreedores, lo que situaría la deuda entre 120.000 y 500.000 millones de dólares (de 89.600 a 373.000 millones de euros).

Y el ministro consideró que no hay 'default', como había remarcado también la presidenta, Cristina Fernández. «Argentina tenía la obligación de pagar y pagó», dijo Kicillof en referencia a los 539 millones de dólares (402 millones de euros) que el Gobierno envió en junio al Banco de Nueva York para cancelar intereses de los bonos reestructurados, y que se mantienen bloqueados por decisión de Griesa.

«Real y doloroso»

Mientras el ministro hablaba con la prensa, el mediador Pollack anunció en un comunicado el inminente 'default'. «No es una condición meramente técnica sino un evento real y doloroso que dañará a personas reales», dijo, incluyendo entre los damnificados a ciudadanos argentinos, a acreedores que aceptaron los cajes de deuda y a los que no. Uno de los litigantes, el fondo NML Capital del multimillonario Paul Singer atribuyó a Pollack «numerosas soluciones creativas» que los 'buitres' habrían aceptado, pero Argentina «eligió el impago».

Buenos Aires procura desentenderse del problema argumentando que ya pagó, pero las calificadoras de riesgo comenzaron a operar en un escenario de suspensión parcial de pagos. «'Default' selectivo» fueron los términos de Standard & Poor's para referirse a un impago que afectaría supuestamente sólo a los bonos con jurisdicción en Nueva York.

Kicillof se mostró ajeno a las gestiones que llevan a cabo en la ciudad estadounidense representantes de los 'fondos buitre' y un grupo de bancos extranjeros -Citibank, el JP Morgan, HSBC- que procuran una salida al litigio a través de la adquisición de la deuda. La idea es tomar estos títulos y esperar a enero, cuando vence la cláusula que obliga al Estado a ampliar a todos los acreedores los beneficios que consiga una minoría a través de un juicio.