De los ataques a Cataluña a los problemas personales
CiU cambia la estrategia de identificar a Pujol con Cataluña para minimizar daños por la confesión del expresidente
MADRID.Actualizado:El presidente de la Generalitat insistió ayer en que el dinero negro de Jordi Pujol y sus hijos es un asunto «privado, personal y familiar». Hace no mucho, solo dos años, las denuncias sobre negocios turbios del expresidente de la Generalitat eran ataques a Cataluña.
Cuando en septiembre de 2012 la Policía elaboró un informe sobre la existencia de cuentas de Pujol con 137 millones de euros en Suiza y de Mas con otros dos millones, ambos reaccionaron con el argumento de que era una campaña de desprestigio. «Si se ven obligados a recurrir a estas armas es que nosotros, CiU, y me atrevo a decir que Cataluña, vamos bien», afirmó entonces Pujol, quien se declaró «indefenso» para responder.
Unos años antes, en 1984, cuando estalló el caso de Banca Catalana, en el que el entonces presidente de la Generalitat fue acusado, entre otros delitos de malversación. Pujol convocó a los suyos el 30 de mayo de aquel año frente al Palau de la Generalitat y tronó: «El Gobierno de Madrid ha hecho una jugada indigna a Cataluña. De ética, de moral y juego limpio hablaremos nosotros, no ellos». Ellos eran los socialistas, en especial Felipe González. «Nos quieren arrebatar la victoria y la honorabilidad», proclamó un Jordi Pujol que ganó contra pronóstico las primeras elecciones catalanas.
Ahora, en cambio, Artur Mas se ha empeñado en situar la confesión del dinero evadido a paraísos fiscales en el ámbito de lo personal y evita identificar a Pujol con Cataluña. La estrategia desarrollada siempre por CiU.
El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, en un ejercicio de amnesia asombroso, dijo ayer que confundir los presuntos delitos del expresidente con ataques a Cataluña «sería reproducir los errores que algunos han producido» en las últimas décadas. Una diferenciación que tiene mucho de cálculo político pues busca minimizar los daños para CiU por la confesión de Pujol.