El primer muerto en Nigeria eleva a 660 el número de víctimas del ébola
Aumenta la preocupación de Estados Unidos, que instala varias oficinas en África para frenar la propagación del virus
MADRID.Actualizado:Después de que las autoridades sanitarias nigerianas confirmaran el pasado viernes el fallecimiento de un ciudadano liberiano en Lagos -la ciudad más importante de Nigeria y la más poblada de África con 21 millones de habitantes- a consecuencia del virus del ébola, Estados Unidos ha desplegado en la zona varias oficinas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y agencias del Pentágono distribuidas por África.
La nueva víctima fue un hombre de 40 años que viajó hace una semana a Lagos y que el pasado martes fue ingresado en un hospital porque presentaba síntomas de la enfermedad, aunque por su testimonio los médicos no detectaron causas de riesgo ya que no había estado en contacto con enfermos ni había asistido a sus funerales. Esta es la primera muerte causada por el virus en este país.
Washington está siguiendo de cerca esta epidemia africana a la vez que aporta recursos a los gobiernos y a las ONG desplegadas en el terreno. «El Gobierno estadounidense continúa movilizándose para ayudar a los países afectados por la epidemia de virus del ébola», señaló ayer el portavoz de la oficina del departamento de Estado en África, Will Stevens.
Incubación
La enfermedad le ha costado la vida a 660 personas, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Guinea, Liberia y Sierra Leona, y este caso en el país más poblado de África ha provocado la preocupación internacional por la rápida propagación de este virus mortal. Sin embargo, las autoridades de Nigeria explicaron que como se trata de «un caso importado que se detectó pronto», no se puede considerar que el virus se haya asentado en el país, aunque la OMS recuerda que puede tardar hasta 21 días en incubarse y en que los síntomas se hagan visibles.
De los infectados, destaca uno: el jefe de la lucha contra la enfermedad en Sierra Leona, Umar Khan. Este caso es la muestra más evidente de que el virus se propaga con una intensidad sorprendente. «El ébola nos lleva ventaja», dijo Anja Wolz, coordinadora de emergencias de Médicos sin Fronteras del centro sanitario de Kailah, cerca de la frontera con Guinea, por donde se cree que el virus entró al país. «Hemos llegado muy tarde a los poblados y no sabemos qué cadenas de contagios están en marcha», explicó Wolz.
Por su parte, las autoridades nigerianas establecieron desde ayer el estado de alerta en todos los puertos y aeropuertos del país, aunque los expertos advirtieron de que contener una posible propagación de este virus en una megápolis como Nigeria con infraestructuras sanitarias «en pésimo estado» y con hospitales públicos mal equipados sería «un desafío». Sin embargo, el ministro de Sanidad, Onyebuchi Chukwu, aseguró que Nigeria «no cerrará ninguna frontera» ya que no linda con Liberia, Sierra Leona y Guinea. La prioridad de las autoridades nigerianas parece ser evitar el pánico en el país más poblado del continente con más de 170 millones de habitantes.
Asimismo, el caso de Nigeria puede suponer además un problema añadido para los países afectados por casos de ébola. Hasta el momento la OMS no ha recomendado que se implante ninguna restricción al tráfico de pasajeros ni al cierre de fronteras, pero ya son varios los países africanos que critican esta falta de precaución. Y es que, por ejemplo, en Guinea Conakry, donde surgió el brote el pasado 22 de marzo, el número de infectados asciende ya hasta los 406, de los cuales 304 han fallecido.